Música

Londres

Ecos de Bob Marley

Hace tres décadas que Bob Marley falleció en un hospital de Zúrich como consecuencia de una infección inofensiva en un pie que se complicó en un tumor como sólo el destino es capaz de retorcer las cosas.

Julian, la voz y la palabra de Marley en Madrid y Santiago
Julian, la voz y la palabra de Marley en Madrid y Santiagolarazon

Murió joven, con una reputación intacta, admirado por la gente de la calle de los cinco continentes. Para rendirle tributo, su hijo Julian pasa de gira por Madrid (15) y Santiago (16) con todas las canciones que hicieron a su padre un mito y «traer de vuelta los ecos de su mensaje». Hablando, el tono de voz de Julian parece el de su padre, del que apenas recuerda un concierto en Londres desde detrás del escenario con apenas cinco años. «Y tengo los recuerdos de una persona grande como la vida», asegura. «Su mensaje sigue vivo, es una enorme energía positiva que anuncia que cada día puede venir algo nuevo en este tiempo incierto», asegura Julian, que piensa que su padre «nunca trató de cambiar el mundo, sino de buscar justicia, igualdad, y difundir un modo de vivir». «Si yo digo en el escenario una palabra negativa ¿quién sabe qué consecuencias puede tener?», se pregunta.

Un hombre «disciplinado»
En contra de la imagen que ha quedado para la historia, que le dibuja como al típico hombre caribeño de relajadas costumbres, su biógrafo oficial, Roger Steffens, define a Marley con una sola palabra: «Disciplinado». «Hoy es un cliché, pero Marley era el primero en bajar del autobús y el último en volver a subir. Hacía pruebas de sonido de tres horas, él solo, y podía ensayar una canción 12 o 14 horas...», cuenta Steffens, que visitará España en agosto para dar una conferencia en el festival Rototom. «Hace 40 años que no voy a España. Estoy emocionado. La última vez que fui, la Sagrada Familia apenas tenía dos muros en pie y Dalí vivía en Cadaqués», dice el escritor, que compartió una gira con Marley y los Wailers en 1979. Para Steffen, la dimensión de Marley es tal que le convierte en «el artista» del siglo XXI. «Las razones son múltiples, pero él ha influido en personas de todo el mundo como casi nadie.

Se puede traducir ‘‘Subterranean Homesick Blues'' de Dylan al urdu o swahili, pero el entendimiento de las emociones no será como con ‘‘No woman, no cry''. Todos los que luchan contra la opresión en el mundo la entienden». Steffen tiene más palabras para definir a Marley: «Generoso». «Fue la persona más desprendida del mundo. A los artistas folk que le inspiraron les regaló sin más, poco a poco, muchos millones de los que ganó. Se veía a sí mismo como representante del pueblo. Nunca poseyó una casa, pero compró docenas para otros, tractores para los granjeros, y, según su agente de negocios, el tipo que firmaba los cheques, mantuvo con donaciones mensuales a más de 6.000 personas», asegura Steffen, cuya biografía ha sido definida como «la mejor cosa después de ver a Marley vivo». Puede que la actuación de Julian también sea un buen sucedáneo.

La Biblia
«Bob leyó La Biblia todos los días de su vida. De sus páginas obtuvo inspiración literaria y de comportamiento. Llevó una vida muy simple: ayudó al enfermo y al moribundo; constituyó un ejemplo generoso para otros y también, al mismo tiempo, predicó constantemente el evangelio del Rastafari», explica su biógrafo sobre una parte de la vida de Marley bien conocida pero que llegó al extremo de convertir una rueda de prensa de presentación de uno de sus discos en una ceremonia «Rasta» con él de predicador en la que dejó a los periodistas estupefactos.