España
«Trenes de carretera»: la UE cumple el sueño de conducir sin manos
¿Se imagina leer el periódico, estarse una hora colgado al teléfono, tomar un tentempié o trabajar delante del ordenador mientras conduce su propio coche, sin poner las manos en el volante y sin arriesgarse a un accidente o a una multa de tráfico? Un ambicioso proyecto de la Unión Europea, bautizado como "platooining", trabaja en cumplir el sueño de muchos conductores.
Un grupo de científicos procedentes de cuatro países (España, Alemania, Suecia y Reino Unido), financiados por la Unión Europea, han inventado un nuevo sistema de conducción, los "trenes de carretera"o marcha en grupo, que puede revolucionar el concepto del transporte rodado. El proyecto ya ha sido testado, y sólo falta, en un futuro no muy lejano, llevarlo a la práctica y solucionar problemas legales con los respectivos países comunitarios. Bautizado oficialmente como Sartre («Trenes de carretera seguros para el medio ambiente»), este sistema, en el que la UE ha invertido 3,8 millones de euros en los últimos tres años, permite a los conductores integrarse en un convoy que lidera un conductor experimentado que conoce bien la ruta, ya sea un taxi, un autobús o un camión y de esta forma "dejarse conducir"por él.De esta manera, según explican los responsables del proyecto, gracias a la tecnología inalámbrica el conductor que va en cabeza controla la aceleración, la frenada y la dirección de todos los que lo siguen. Además de seguir las «migas de pan» virtuales que va dejando el vehículo de cabeza, el resto del convoy dispone de sensores para detectar al vehículo que les precede y ajustar su distancia, velocidad y dirección en función de éste.El concepto "platooning"pretende ajustarse en todo momento a las necesidades de cada vehículo, con el objetivo de ser lo más flexible posible. Si un conductor desea unirse al convoy, sólo tiene que enviar una solicitud al conductor principal, que asume el control de su coche para que su ocupante pueda relajarse, leer, comer, beber, utilizar un ordenador o hablar por teléfono.Cuando desea abandonar el convoy, bien porque va a hacer una parada, tomar un desvío o continuar el viaje por su cuenta, envía una señal al conductor principal para retomar el control manual del vehículo y poder dejar el convoy. El sistema cierra automáticamente el espacio vacío que se ha generado, acercando el coche que le seguía al predecesor. "Es una sensación muy inusual"Los científicos encargados del proyecto Sartre realizaron recientemente un ensayo en un circuito de pruebas de Volvo situado cerca de Gotemburgo (Suecia) con un convoy formado por un coche que seguía a un camión (ver vídeo de la información en inglés). El coche pudo unirse al camión y seguirle sin problemas durante el recorrido mientras su conductor leía el periódico y se tomaba un café plácidamente. "Es una sensación muy inusual", reconocía el conductor, que no podía evitar mirar de reojo a la carretera.«Estamos muy satisfechos con el hecho de que los distintos sistemas interactúen tan bien ya en el primer intento», asegura Eric Coelingh, ingeniero experto de Volvo Cars. «No olvidemos que los componentes del sistema han sido desarrollados por las siete empresas que integran Sartre en cuatro países distintos. El clima invernal nos ha permitido, además, realizar pruebas adicionales con las cámaras y el equipo de intercomunicación.» El objetivo último del equipo de Sartre es probar la tecnología con un convoy de cinco vehículos integrado por dos camiones y tres coches. Menos atascos y menos accidentesSegún los responsables del proyecto en la Comisión Europea, al eliminar casi por completo el factor humano los trenes de carretera mejoran la seguridad vial, ya que el 80% de los accidentes se deben a errores humanos, muchos de ellos causados por la fatiga o las distracciones. Además, al desplazarse a poca distancia unos de otros, los vehículos que integran el convoy se benefician de una menor resistencia al aire, lo que se calcula que reducirá el consumo (y por tanto las emisiones de CO2) en un 20%.Asimismo, al ser un convoy compacto se reducen los atascos. El sistema está especialmente pensado para las autopistas, y más en un país como España, en el que los malos hábitos de la conducción como el exceso de velocidad (se acabó el superar los límites) o el incumplimiento de la distancia de seguridad son fuentes frecuentes de problemas.Los responsables del proyecto creen que en unos pocos años los "trenes de carretera"podrán ser una realidad. Eso sí, admiten que el principal problema para su generalización puede estar en adaptar las normativas de tráfico de cada país. Y es que no será tan fácil convencer al agente para que no multe al conductor que lleva su coche mientras teclea su ordenador sobre el volante.
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