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El celo de Joshua Bell impidió el robo de su violín Stradivarius en Zaragoza

El extremado celo con el que el violinista estadounidense Joshua Bell cuida su instrumento, un Stradivarius datado en 1713 cuyo valor se sitúa en torno a los 4 millones de euros, impidió que fuera robado antes del concierto que ofreció el artista en Zaragoza el pasado 29 de febrero.

Así lo han asegurado a Efe fuentes policiales, que han confirmado que el violinista no llegó a separarse ni un solo momento de su instrumento, conocido con el nombre "Gibson Stradivarius", durante su estancia en la capital aragonesa. Los ladrones entraron en la habitación del artista horas antes del inicio del concierto tras asegurarse de que había salido en dirección al Auditorio Mozart, pero no pudieron apoderarse más que de un reloj de la marca Breguet valorado en 29.000 euros y de un ordenador personal, entre otros objetos.


Mientras los autores del robo registraban su habitación, Bell empuñaba en sus manos el instrumento para interpretar el Concierto de Violín de Brahms junto a la Filarmónica de Londres.
Las fuentes citadas aseguran que los responsables de la investigación han analizado las grabaciones de las cámaras del hotel, tanto antes como después del robo, para tratar de identificar a los posibles sospechosos del asalto.


Al parecer, los ladrones, que habrían vigilado constantemente los movimientos del violinista, forzaron la puerta de la habitación y consiguieron violentar con rapidez la caja fuerte donde guardaba el reloj. La policía sospecha que los ladrones, conocedores del valor del instrumento a través de los medios de comunicación, pudieron pensar que el artista podría estar realizando un paseo por la ciudad sin su violín, pero en realidad estaba ensayando el concierto. Las fuentes referidas aseguran que el violinista, a su llegada al hotel zaragozano, declinó hacer uso de la caja de seguridad central del establecimiento tras ser advertido de las condiciones de funcionamiento y cobertura.


Fue el propio Bell tras el concierto quien interpuso una denuncia por robo ante la Policía Nacional que, afortunadamente para el artista, no incluía su violín, que el músico adquirió en 2003 por 4 millones de euros y que, en sus entrevistas, compara con piezas de Picasso.
El "Gibson Stradivarius"ha sido robado en dos ocasiones, una a finales del siglo XIX y otra a principios del XX, pero fue recuperado las dos veces.