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National Geographic conmemora el primer aniversario del desastre de Fukushima

El 11 de marzo de 2011 a las 02.46 de la tarde, un terremoto de magnitud 9,0 en la escala de Richter sacudió Japón. Un año después, el canal National Geographic conmemora esta efeméride con la emisión de dos documentales: 'Segundos catastróficos: Fukushima' y 'Testigos: la tragedia de Japón'.

Así, este domingo a partir de las 21.30 horas, los seguidores del canal temático tienen una cita con la historia visionando la tragedia incluso a través de los vídeos privados de los supervivientes.

Aquel fatídico día de marzo, el epicentro del terremoto se ubicó en el mar, frente a la costa de Honshu, y el temblor duró unos cinco minutos, suficiente para convertirse en el más potente sufrido en Japón y el cuarto más potente de la historia.

A lo largo de la velada, National Geographic recordará qué pasó minutos después del terremoto y también la posterior alerta de tsunami, una catástrofe que desembocó en una alerta nuclear tras conocerse que el tsunami podría dañar los núcleos de varias centrales nucleares de la zona afectada, entre ellas la de Fukushima, una de las más grandes del país.

A las enormes pérdidas materiales y de vidas humanas, en pocas horas se sumó una situación de pánico nuclear durante la que se tuvieron que tomar decisiones críticas.

Concretamente, el documental 'Fukushima' de la serie 'Segundos catastróficos' recuerda la cronología de los hechos. Mientras Japón se tambaleaba tras el terremoto más potente de su historia, el tsunami de 14 metros barría la central nuclear de Fukushima Daichi y dejaba inutilizado el suministro eléctrico y los sistemas de refrigeración, básicos para su funcionamiento.

Por su parte, el documental 'Testigos: la tragedia de Japón', que se emitirá ya a partir de las 22.30 horas, fue realizado a través de los vídeos domésticos, filmados con cámaras de vídeo y teléfonos móviles por los propios afectados por la tragedia

En los primeros vídeos, residentes de las afueras de Tokio piden calma. Pero, a medida que el temblor se hace mayor, se desata el pánico. Caen los techos de centros comerciales, el pavimento se abre, las tuberías estallan arrojando agua a la superficie, los rascacielos
y otras construcciones comienzan a vibrar de forma muy sensible y la población sale despavorida de sus casas en busca de alguna protección.