La matanza del otro caballero oscuro

El estreno estaba previsto para las 12:05 de la madrugada en el cine de Aurora, una localidad cercana a Denver, en Colorado. Algunos acudieron a la sala disfrazados, orgullosos de ser los primeros en disfrutar de su súperhéroe favorito, Batman, que cerraba la saga de «El caballero oscuro». Cuando apenas habían pasado diez minutos de película, un joven, que portaba una máscara antigás, apareció frente a la sala. Primero lanzó dos bombas de gas lacrimógeno, después disparó hacia el techo antes de abrir fuego, a bocajarro, contra los espectadores. Los testigos reconocen que muchos se pensaban que era parte de la película, que serían unos «efectos especiales». De hecho, los espectadores creen que el asesino había visto el filme antes, pues el tiroteo coincidió con una escena de mucha acción, lo que causó más confusión todavía. Hasta que los heridos comenzaron a gritar y entonces cundió el pánico en el cine. «Cuando logré salir de la sala todo era caos. Había un hombre gateando, una chica escupiendo sangre», dijo Donovan Tate a la cadena KCNC. «La gente tenía heridas de bala en sus torsos, en sus brazos. Había un joven en ropa interior que había sido herido en la espalda. Todo era una locura», describe Tate. Al cierre de esta edición doce personas habían fallecido, –diez dentro del cine y dos en el hospital– y 59 habían resultado heridas.

Corbin Dates y su novia Jennifer Seeger dieron una pista más a la Policía de Aurora. Dates vió cómo alguien sentado en la primera fila recibía una llamada a su móvil y se iba por la salida de emergencia a contestar. Después, por esa misma puerta, salió el asesino, vestido de negro, con un chaleco antibalas y con la máscara antigás. Seeger aseguró a «The Denver Post» que la apuntó con el rifle en la cara, pero decidió disparar a la persona que se sentaba detrás de ella. La gente intentó huir, otros se escondían entre los asientos, terriblemente asustados. Algunos testigos llegaron a escuchar más de treinta disparos. La Policía comezó a recibir cientos de llamadas al 911 sobre las 12:39, ya que la película se retrasó finalmente 20 minutos. Los agentes detuvieron al sospechoso, James Holmes, de 24 años, quien no mostró apenas resistencia. Su coche estaba aparcado en la zona trasera del cine. En el momento del arresto, Holmes llevaba una pistola, un rifle, una escopeta y el chaleco, mientras que la Policía localizó las latas lacrimógenas y otra pistola en la sala. El jefe de la Policía de Aurora, Dan Oates, explicó durante una rueda de prensa que Holmes les informó de que tenía bombas en su apartamento. «Es una trampa explosiva», manifestó Oates. Por este motivo, los agentes no sólo desalojaron la zona del centro comercial, sino también los edificios cercanos a su piso. Las televisiones locales emitieron cómo una unidad de fuerzas especiales entraban por las ventanas de su apartamento, situado en la tercera planta en busca de las supuestas bombas y otro tipo de munición. «Estamos intentando determinar cómo desactivar el material inflamable y explosivo. Podremos estar aquí horas o días», dijo Oates a la agencia AP.

El presidente de EE UU describió el tiroteo como «terrible tragedia». En plena campaña electoral y de gira en Fort Myers, Florida, Barack Obama indicó que «este no es un día para la política, es un día para el rezo y la reflexión» y pidió a sus simpatizantes que guardaran un minuto de silencio para «quienes conocían y amaron a las víctimas, los que aún están luchando para recuperarse y todas las víctimas de los menos publicitados actos de violencia que plagan nuestras comunidades todos los días». Tanto Obama como el candidato republicano, Mitt Romney, decidieron suspender sus actos de campaña así como sus anuncios en el estado de Colorado hasta nuevo aviso.

Por su parte, el departamento de Defensa informó de que el asesino, James Holmes, no tiene vínculos con las Fuerzas Armadas pero sí que había militares entre las víctimas del tiroteo, aunque no aclaró si alguno se trataba de los doce fallecidos.

Obama recordó que ésta era la peor tragedia después de la ocurrida en la Universidad de Virginia, en la que murieron 32 personas. Pero lo cierto es que en todos los foros y redes sociales de Colorado el tiroteo que se recordaba era el de Littleton el 20 de abril de 1999. Aquel fatídico día en el que dos estudiantes del instituto Columbine asesinaron a doce compañeros y a un profesor para después suicidarse. Littleton se encuentra a tan sólo 27 kilómetros de Aurora.