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Sergio Scariolo: «La Selección tiene mucha personalidad»

Sergio Scariolo (1-4-1961, Brescia) afronta su tercer gran torneo como seleccionador español con 50 años. «Lo del cinco por delante impone un poquito, pero no he notado cambios», asegura. Detrás del Scariolo seleccionador están Blanca Ares, su mujer; dos hijos, Carlota, «de casi diez años», y Alessandro, «de casi nueve»

 
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La fundación Cesare Scariolo, en honor a su padre, que murió de leucemia, hace trece años y el Olimpia de Milán, el que será su próximo equipo, pero ese es «el siguiente reto» de alguien que se confiesa «incapaz de saturarse con el baloncesto». Ahora es turno para el Eurobasket.

–¿En qué ha cambiado el Sergio Scariolo que se hizo cargo de la Selección en 2009?
–Tengo más conocimiento, más datos y conozco mejor los mecanismos de un grupo diferente y con una personalidad muy fuerte como es la Selección. Mi trabajo de seleccionador es un trabajo de alta dirección con un grupo muy cualificado en su sector y que hace que me sienta muy a gusto con lo que hago.

–El anterior Eurobasket tuvo una primera fase traumática...
–Sí... La experiencia nos tiene que llevar a evitar errores que hubo en competiciones anteriores. Tenemos que considerar que si llegamos a la final, el Eurobasket se compone de once partidos y creo que el grupo está mentalmente preparado. No es tanto a nivel físico o táctico, que también lo está, pero lo más importante es estar preparados a nivel mental y ahí lo estamos. La concentración para un campeonato así es fundamental.

–No se puede hacer eterno un torneo de 19 días...
–Pensar así supondría incluir un elemento que nos hiciera pensar en negativo y eso no es posible. Hemos regulado la preparación para que lleguemos en las condiciones ideales a los once partidos que queremos jugar. El reto ahora es ser mejores de lo que fuimos en los últimos cinco partidos en el Eurobasket de Polonia, aunque sabemos que será difícil alcanzar aquel nivel.

–La convicción general es que nos encontramos ante la mejor Selección de la historia.
–Eso hay que demostrarlo en la pista. Sobre el papel puede poner una cosa, pero luego en la cancha puede aparecer otra. A mí no me compete decir si ésta es o no la mejor Selección de la historia. La gente lo que tiene que tener claro es que nuestros rivales son Lituania, Serbia, Turquía, Rusia... Nuestro reto no es ser la mejor Selección de la historia, sino ser mejores que esos rivales.

–Otra impresión colectiva es que todo el mundo le tiene muchas ganas a España.
–Es cierto. La motivación de todos cuando juegan contra nosotros es máxima y eso me enorgullece. Nos hemos ganado que los rivales quieran jugar contra nosotros el partido de su vida. Esa carga es un honor.

–¿Está Pau tan fino como da la sensación después de la preparación?
–Pau está muy bien, pero tan bien como está el resto. La diferencia con él es que cuando está bien, como sucede ahora, como tiene tanto talento, capacidad de hacer muchas cosas y conocimiento del juego, se le ve mucho más que a otros.

–¿Se echa de menos a jugadores como Garbajosa y Mumbrú?
–A nivel humano sin duda. Eran una parte fundamental de eso que se llama la química del vestuario. A nivel técnico también se les echa en falta, pero es más fácil sustituirlos. Los jugadores que están en su lugar tienen menos experiencia, pero saben cumplir con sus roles. El caso de Garbajosa es más especial porque no hay ningún jugador que pueda hacer lo que él hacía.

–Su esposa, Blanca Ares, fue campeona de Europa con España en 1993. ¿Es muy crítica con el Scariolo seleccionador?
–Creo que yo soy bastante más comprensivo con las debilidades en general que ella. Es una ex estrella del baloncesto europeo y como tal no acaba de aceptar que uno pueda tener errores.