Sevilla

PP y PSOE pugnan por los votos de los 470000 autónomos andaluces

Los dos principales partidos políticos andaluces han iniciado una particular carrera por capitalizar las demandas de los autónomos en la región. PP y PSOE quieren presentarse ante el colectivo como los auténticos defensores de sus intereses y ambos quieren liderar lo que en unos meses será una realidad: la aprobación de una ley andaluza que regule el trabajo autónomo, tal y como ordena el Estatuto de Autonomía de Andalucía aprobado en febrero de 2007.

PP y PSOE pugnan por los votos de los 470000 autónomos andaluces
PP y PSOE pugnan por los votos de los 470000 autónomos andaluceslarazon

Un ejemplo de la coincidencia de estrategias se dio ayer en Sevilla. El presidente del PP-A, Javier Arenas, se reunió con los representantes de las dos asociaciones más representativas, ATA y UPTA-A, que la semana pasada censuraron la actitud del Gobierno andaluz por aprobar un anteproyecto de ley del sector sin pedirles su opinión.

El PSOE tenía previsto otro acto en su sede regional para hablar de este anteproyecto con jóvenes emprendedores. Estaba anunciada la intervención de la secretaria de Organización del partido, Susana Díaz. Sin embargo, a última hora, el presidente andaluz y secretario general del PSOE-A, José Antonio Griñán, anunció su presencia. Desde el PP hablaban de un intento claro de «contraprogramación». Griñán aprovechó el acto para hacer una oferta de «diálogo» a las asociaciones molestas con la Junta.

Andalucía cuenta en la actualidad con 471.288 afiliados al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos, un número, por ejemplo, superior a los votos que obtuvo IULV-CA en las últimas elecciones autonómicas, que fueron 317.562. La cifra de trabajadores por cuenta propia supondría algo más del 20 por ciento de los votos del PSOE y el 27 por ciento de los del PP en los comicios de 2008.

Una de las líneas argumentales de la estrategia de oposición del PP en los últimos años ha sido que la recuperación económica pasa por dar liquidez «a las familias, pymes y autónomos». En este sentido, el 25 de noviembre de 2009 llevaron al Parlamento una ley del trabajo autónomo –éste sí consensuado con el sector–. El PSOE lo rechazó porque un mes antes –el 24 de septiembre– había reaccionado a este anuncio promoviendo una comisión de expertos y otra técnica para elaborar la ley del sector.

La realidad es que el distanciamiento entre ambos partidos es evidente. Arenas anunció ayer que su grupo llevará otra vez al Parlamento su proyecto de ley. Griñán dijo que el anteproyecto aprobado por su Ejecutivo incluye aspectos «inéditos en muchos países avanzados de Europa».

Mientras, los representantes del colectivo piden «menos política de propaganda y más soluciones», como recordó el presidente de ATA, Lorenzo Amor.

Sí hubo unanimidad en criticar la gestión del consejero de Empleo, Manuel Recio. Griñán dijo que le ha pedido que se reúna con los «entes de autónomos». Éstos les recordaron que la tramitación del anteproyecto puede ser ilegal porque los ha ignorado –Arenas también se apuntó a esta teoría– y le avisaron que «o cambia de actitud o pedirán responsabilidades».


Arenas, con las asociaciones; Griñán, con sus militantes
En la sede regional del PP-A, ante los representantes de ATA y UPTA-A –asociaciones que aglutinan el 80 por ciento del sector–, Arenas reivindicó que «el diálogo social es imprescindible» y no sólo «con las organizaciones empresariales y sindicales». El presidente del PP-A pidió a Griñán que se reúna con estas asociaciones –«ya ha tenido tiempo», dijo–, recordó sus «once acuerdos» alcanzados cuando era ministro y señaló que «contraprogramar al PP no es bajarse del coche oficial». A la misma hora, Griñán decía ante simpatizantes y miembros del PSOE-A que «a la derecha se le llena la boca con la palabra autónomo y nunca hizo nada». Extendió su oferta de diálogo en la tramitación del anteproyecto de ley «a la sociedad en su conjunto» y aunque no definió al PSOE como «el partido de los autónomos» –sí lo hizo su portavoz parlamentario el pasado miércoles– comentó que hay que dotar al trabajo autónomo «de dignidad».