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Militares los controladores «low cost»

Tan preparados y cualificados como los controladores civiles, los controladores militares no cuentan con los mismos privilegios, ni siquiera parecidos. Controladores «low cost» como se autodenominaba ayer un portavoz de la Asociación de Controladores Militares, con sueldos que rondan los 1.300 euros, o lo que es lo mismo, el equivalente a tener los grados de teniente o coronel.

Carme Chacón durante su reunión con el jefe de Estado Mayor del Ejército del Aire y el Jefe de Estado Mayor de la Defensa
Carme Chacón durante su reunión con el jefe de Estado Mayor del Ejército del Aire y el Jefe de Estado Mayor de la Defensalarazon

Y ni siquiera cuentan con licencia para operar fuera de dependencias de Defensa. De hecho esa es una de sus reivindicaciones que le hacen al ministerio de Carme Chacón, que les equipare a los civiles y les actualice la licencia comunitaria de circulación aérea, que expiró el 16 de octubre.

En marzo, como medida de previsión, la AUME y la Asociación de Controladores Militares ya pidieron la creación de un «cuerpo común de controladores militares» que hubiera permitido que los controladores de los tres ejércitos se integraran en un mismo cuerpo y bajo un mismo mando. Sin embargo, tanto el PSOE como el Ministerio de Defensa lo rechazaron durante la tramitación de la Ley de Carrera Militar. De este modo se habría contado con «un número importante de controladores» para poder solventar una situación como la de este fin de semana, según aseguró ayer Mariano Casado, el secretario general de la Asociación Unificada de Militares Españoles.

A pesar de ello, siguen controlando aviación comercial. De hecho, desde ocho bases aéreas españolas, controladores militares desvían y controlan el tránsito de aviones comerciales de forma habitual. Incluido el puente aéreo Madrid-Barcelona. Esta es una muestra más de su absoluta capacidad, porque, entre otras cosas, los estudios de aprendizaje son exactamente los mismos, según confirmaron ayer fuentes militares.

Con la vuelta a la normalidad los controladores militares que acudieron a las torres se limitaron a actuar como «supervisores», así como a velar porque no se invada el espacio aéreo español.