Sevilla

Mucho ruido y poca huelga

Hubo huelga en Sevilla, pero fue menos «general» de lo que hubieran deseado las centrales sindicales. Aunque la industria se paralizó en buena medida por la presencia de piquetes, así como varios servicios y organismos públicos, el transporte logró cumplir con creces los servicios mínimos, mientras que comerciantes y autónomos apostaron decididamente por acudir a sus puestos.

Mucho ruido y poca huelga
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Los piquetes de Mercasevilla fueron los más madrugadores, como corresponde a los horarios de este polo de abastecimiento. El gran mercado hispalense quedó prácticamente anulado. CC OO apuntó ayer a un 95 por ciento de seguimiento de la huelga entre los trabajadores.

Pocas horas después, arrancaba la jornada en los transportes. Los servicios mínimos de autobuses no hallaron problemas para abandonar las cocheras de Tussam. Más aún, a los 88 vehículos estipulados se sumaron otros 31 que salieron voluntariamente a la calle. En total, operaron 119 buses. El metro cumplió «escrupulosamente» el 25 por ciento de servicios mínimos.

La huelga sí encontró mucho más eco en los polígonos industriales, fábricas y talleres de la capital y su arco metropolitano. El secretario general de CC OO en Sevilla, Alfonso Vidán, se felicitó del «paro absoluto» en la industria y en el sector de la alimentación, «tanto en grandes empresas como en polígonos industriales, que están totalmente cerrados». Más del 50 por ciento de los empleados de la factoría de Renault optó por la huelga. La Confederación de Empresarios, en cambio, cifró en un 10 por ciento el seguimiento en la industria y los hoteles.

En la franja de 8:00 a 10:00 horas, los comercios se vieron en la tesitura de abrir pese a los piquetes o cerrar transitoriamente. La gran mayoría de comerciantes y autónomos no secundó la huelga. Sin embargo, muchos negocios del centro tuvieron que echar el cierre ocasionalmente para evitar problemas con los manifestantes. La Federación Provincial de Comerciantes (Aprocom) cifró en un 90 por ciento el número de establecimientos que abrieron. El consumo, no obstante, fue menor debido al temor a los piquetes.

En cuanto a los servicios municipales y sus empresas, el baile de cifras es más evidente. Los sindicatos con representación en el Ayuntamiento sitúan el seguimiento de la huelga en el 75 por ciento. El servicio de Parques y Jardines fue el más mermado –aunque no afectó al mantenerse cerrados los parques–, así como el de limpieza. En Lipasam la huelga se siguió en un cien por cien, según los sindicatos y en un 69 por ciento, según el Consistorio.

Sólo el 20 por ciento de trabajadores municipales fue a la huelga, dentro de los datos manejados por el Gobierno local. De las empresas municipales, Emvisesa (con un 1 por ciento) fue la menos «huelguista». Finalmente, la Justicia trabajó con «normalidad» –explicó el juez decano– y la Educación, en cambio, fue más proclive a sumarse a las reivindicaciones.