Casa Real

La exquisita neutralidad

La Razón
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Don Juan Carlos desmontó las instituciones franquistas y renunció al poder que le otorgaban para ser un rey constitucional. Fue el motor y principal artífice de la Transición. Una vez concluido este proceso, su protagonismo ha sido el que estrictamente le otorga la Constitución de 1978. Es la persona e institución más querida por los españoles y goza de un extraordinario prestigio internacional. Una parte de este éxito es consecuencia de su estricta neutralidad y estar al margen de cualquier posición que se pudiera interpretar como favorable para uno u otro partido. Por ello, resulta lamentable que algún dirigente socialista interprete que el mensaje de este año significa un aval al Gobierno. Es algo que jamás haría porque le alejaría del papel que le otorga la Constitución y podría ser malinterpretado por el PP. Estamos ante un discurso de enorme altura que se corresponde al que esperaban los españoles en la grave crisis actual.