Los híbridos toman los circuitos

Porsche ha aceptado el reto de participar en una carrera de larga duración con un híbrido. Una novedad en la alta competición que demostrará que las nuevas tecnologías resultan tan eficaces como las tradicionales. El reto es importante y, cuando la firma de Stuttgart lo ha aceptado, es señal de que el éxito, si no está asegurado, puede ser más que probable. La carrera en la que va a participar un 911 GT-R con motores híbridos es la de 24 horas de Nurburgring, el mítico circuito de Alemania. Es decir, Porsche compite en casa, a la vista de sus rivales y de sus fieles incondicionales. Cuenta con la ventaja de que el nuevo vehículo es un 20 por ciento más ligero que las anteriores versiones, con lo que se reduce el consumo y, por tanto, las paradas en boxes para repostar. Asimismo, se castigan menos los frenos.

Fuerza adicional
Dos motores eléctricos mueven las ruedas delanteras y complementan al motor de seis cilindros que desarrolla una potencia de 470 caballos. Por su parte, los motores eléctricos han incrementado su potencia de 60 a 75 kilovatios cada uno. Gracias a esta fuerza adicional, los pilotos disponen durante unos segundos de 200 caballos adicionales. una potencia de la que puede disponer automáticamente a través del pedal del acelerador o de forma manual en momentos puntuales, como en un adelantamiento. El acumulador inercial eléctrico, con un rotor que gira a 40.000 vueltas, almacena energía constantemente y se ha situado en una caja de fibra de carbono ubicada en el lugar del hipotético acompañante. La gran cita es el 25 de junio. Y podría suceder que, por primera vez en la historia del automovilismo deportivo, un coche híbrido venciese en una competición de alto nivel.