Córdoba
De la crema a la dieta el Q10 alarga la vida
Una reciente investigación demuestra que si se suplementa el ingrediente estrella de la cosmética anti edad con la dieta mediterránea retrasa el estrés oxidativo celular
No existen pócimas mágicas ni grandes milagros para detener el reloj biológico sobre todo cuando se van cumpliendo años, pero sí es cierto que complementar la dieta diaria con algunos suplementos puede prolongar la vida. Al menos, así lo aseguran el grupo del Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CIBERobn), liderado desde el Hospital Reina Sofía de Córdoba por el doctor Francisco Pérez Jiménez, quien ha demostrado el efecto antioxidante de la dieta mediterránea suplementada con la coenzima Q10 en personas de la tercera edad. El hallazgo, publicado en el último número de la revista «Age» refuerza la corriente científica que atribuye a la nutrición poderosas propiedades preventivas de diversas patologías. Presente en multitud de cremas anti envejecimiento, la coenzima Q10 se encuentra, de forma natural, en todas las células y cuya función no es otra que fomentar la producción de energía, proteger la piel de las agresiones externas y retardar el envejecimiento.
MEJORÍA
Sin embargo, tal y como afirma el investigador, «nuestra capacidad de obtener coenzima Q10 disminuye durante el proceso del envejecimiento y, sobre todo, en situaciones de estrés continuo. Sus efectos beneficiosos no parecen de inmediato. Algunas personas pueden notar mejoría en dos semanas y otras tardar meses. Los resultados de su administración son más evidentes cuanto mayor sea nuestro déficit de este nutriente, habitual en las personas mayores. Además de retrasar el envejecimiento, actúa como protector cardiovascular, fortalece el sistema inmune y ayuda a la prevención de enfermedades neurodegenerativas». Cuando se toma en forma de suplemento, Pérez Jiménez sostiene que «si se busca una dosis de mantenimiento o preventiva se recomienda consumir de 50 a 100 miligramos al día, pero en el caso de requerir una dosis rehabilitatoria, o si la persona padece alguna enfermedad debería ingerir 150 a 300 miligramos diarios». En el caso de optar por la dieta en vez de por suplementos, el especialista en Medicina Interna sostiene que «puede obtenerse también mediante el consumo de determinados alimentos, como carnes rojas, pescados azules como sardina, atún y caballa, aceite de soja o cacahuate. Está también presente en las vísceras de los animales, sobre todo en corazón, riñón e hígado. También son ricos en esta enzima las coles y las espinacas, entre otros».
Enriquecer
Dado que la coenzima Q10 se sintetiza, continúa, «en el cuerpo humano mediante una serie de reacciones químicas que precisan de vitaminas B (B2, B3, B6, B12), ácido pantoténico (B5) y vitamina C, se recomienda también ingerir alimentos que contengan estos componentes para enriquecer la dieta que contribuya a retardar el envejecimiento de la forma más saludable posible».
En esta misma línea se sitúa Elena Alonso, vicedecana de la Facultad de Farmacia de la Universidad CEU San Pablo, quien añade que «la carencia de vitamina B12 o de ácido fólico contribuye a crear estados de confusión como primer estadio de la demencia o también por la subida del umbral de la sensación de sed conduce a procesos de deshidratación». Conviene recordar que, «las personas mayores son población de riesgo nutricional por lo que no hay que olvidar que una adecuada alimentación puede ser eficaz en la prevención y en el tratamiento de las enfermedades crónico degenerativas más frecuentes», recuerda Alonso.
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