África

El Cairo

Las tribus se lanzan a una guerra abierta contra Saleh

La situación se puede considerar ya de guerra abierta en Yemen, especialmente en la capital, donde siguen y se recrudecen los combates entre las fuerzas del régimen del presidente, Ali Abdala Saleh, y los milicianos fieles al jeque Sadiq Al Ahmar.

Un manifestante cubre la cara de un miliciano muerto, ayer, en Saná
Un manifestante cubre la cara de un miliciano muerto, ayer, en Sanálarazon

El barrio de Hasba se ha convertido en el campo de batalla entre los dos bandos, que se disputan el control de los edificios gubernamentales, y anoche sufrió uno de los bombardeos más fuertes con cohetes Katiusha por parte del Ejército, según la televisión Al Yazira. Ayer fallecieron al menos 15 personas, entre ellas una niña de 7 años alcanzada por una bala perdida.
Los civiles empiezan a hacer acopio de víveres, gas para cocinar y dinero, mientras los que pueden abandonan la ciudad, principalmente por carretera, ya que el tráfico aéreo tuvo que ser cerrado ayer de forma intermitente debido a los enfrentamientos en las afueras de Saná entre los militares y milicianos tribales que intentaban alcanzar la capital y en los que fallecieron 32 personas según el periódico «Yemen Post».

Mientras, en la localidad sureña de Taiz la represión se recrudece: la Guardia Presidencial yemení volvió a disparar un día más contra los manifestantes, se enfrentó con ellos y bloqueó ayer la ciudad, según Al Yazira. Además, la violencia se extiende a varios puntos del país que, en una situación normal, ya vive al borde de la crisis humanitaria, con un 40% de la población que sobrevive con menos de 2 dólares al día. Pero los combates en la capital es lo que marcan la diferencia y hacen temer lo peor, después de cuatro meses de revueltas contra el presidente Saleh, que se aferra al poder.

Hasta este momento, los enfrentamientos se habían dado entre sus fuerzas y los manifestantes, pero ahora se ha desatado una verdadera guerra entre clanes y tribus, cuyas alianzas vertebran la sociedad y el poder en Yemen, y de cuyo equilibrio dependerá el futuro de Saleh y todo el país. El Consejo de Cooperación del Golfo anunció ayer que retomará su mediación entre las partes en conflicto para intentar lograr una «solución pacífica», después de que suspendiese sus esfuerzos en mayo por la falta de avances.