Equidistancia imposible por Carmen Gurruchaga

La número tres del PSOE seguro que ha tenido muchos días mejores que el de ayer en su comparecencia ante los medios de comunicación.
Primero se lió con el problema de Cataluña, el federalismo y la Constitución y luego no supo qué decir con relación al alcalde socialista de Orense, imputado por cohecho y prevaricación. Antes que ella, su jefe Rubalcaba, como si acabara de llegar a la arena política española, se había mostrado dispuesto a apoyar una reforma de la Constitución para ir hacia un Estado federal que jamás ha emprendido el PSOE en los 22 años que ha gobernado el país. Pero más tarde, Valenciano le enmendó la plana y se hizo un lío. Pues si por un lado negó que la decisión de los socialistas sea reformar la Constitución, sino profundizar en el sistema autonómico avanzando hacia un modelo federal de consenso que satisfaga política y financieramente la aspiraciones de Cataluña, por otro dijo que si para llegar al consenso había que reformar la Carta Magna, «el PSOE no se negará». Vamos, que según Valenciano el PSOE se sitúa en un imposible espacio intermedio entre «los secesionistas de CiU y los centralistas» del PP para evitar un «choque de trenes». Y para terminar de complicar la cosa habló del encaje de Cataluña en España, como si Cataluña no fuera una parte de España. El otro asunto espinoso de su comparecencia era la delicada situación judicial del alcalde Francisco Rodríguez, al que sus socios del BNG han exigido la dimisión, pues en caso contrario dejarán de apoyar al PSOE de Galicia. En cambio, el máximo órgano de dirección socialista no trató ayer esta cuestión pese a que Rubalcaba había anunciado lo contrario. Para Valenciano, han de ser los socialistas gallegos quienes tomen la decisión de exigir o no la renuncia del regidor orensano.