Barcelona

Alicia Sánchez-Camacho: «Mas lleva a Cataluña al precipicio con su proceso»

«Le pedimos al votante moderado que, por encima de las diferencias, le conviene apoyar a un PP catalanista que trabaja por salir de la crisis»

La candidata del PP en su despacho de la calle Urgell de Barcelona, donde se encuentra la sede del partido
La candidata del PP en su despacho de la calle Urgell de Barcelona, donde se encuentra la sede del partidolarazon

– Mas dice que quiere convocar la próxima legislatura un referéndum independentista, sea legal o ilegal. También habla de interdependencia e incluso esta semana ha admitido que Cataluña puede quedar fuera de la Unión Europea y que, a lo mejor, se tiente que replantear el proceso que ha emprendido. ¿El presidente de la Generalitat está improvisando o sabe qué quiere?
– Artur Mas no tiene hoja de ruta, pero además su proyecto se está desinflando porque se le está cayendo toda la estrategia de la independencia. Al principio quería hacer creer a todos los catalanes que Cataluña estaría dentro de la Unión Europea (UE), y ahora todo el mundo sabe que está llevando a Cataluña al precipicio, al abismo, porque no puede garantizar a los ciudadanos que Cataluña quedaría dentro de la UE. Todo el proceso soberanista y separatista es una estrategia de Mas organizada para conseguir mayoría absoluta estas elecciones.
– El PP ha hecho un anuncio que dice que una Cataluña independiente no podría pagar las pensiones ni el paro. ¿Realmente es así?
– Los únicos que desde el principio hemos sido criticados permanentemente somos el PP porque hemos dicho la verdad y hemos explicado los costes de la independencia y lo seguiremos haciendo. Después se añadió el señor Duran Lleida, que dijo que no se podía engañar a los catalanes y que Cataluña quedaría fuera de la UE. Y el propio señor Mas en su visita frustrada a Bruselas se encontró con periodistas y eurodiputados que dijeron que no puede engañar a los catalanes y que les debía explicar los costes de la independencia. Con nuestros «spots» explicamos los costes de la independencia y no son otros que una Cataluña independiente no tiene viabilidad, no puede pagar las pensiones y llevará a Cataluña al empobrecimiento continuado. Además, provocaría una ruptura social.
– A pesar de esto, parece ser que ha calado en una parte de la ciudadanía el discurso, quizá populista, de que una hipotética independencia comportaría que en Cataluña no habría crisis y saldrían los números.
– Mas no puede jugar con los sentimientos en un momento de gravísima crisis económica, en el que las familias y las empresas lo están pasando mal, y cuando no ha sido capaz de dar la cara por su gestión. Lo que hoy la gente quiere son soluciones y esperanzas, pero éstas no se pueden ofrecer con un engaño como ha hecho el señor Mas. Mucha gente que comenzó a pensar al principio en la posibilidad de una Cataluña independiente ahora está reflexionando porque ve que Mas está llevándonos a una situación de incertidumbre e inseguridad, un camino muy peligroso para las próximas generaciones y con unos costes económicos y sociales muy graves que no explica.
– ¿No le cabe ninguna duda de que Cataluña estaría fuera de la UE?

– Los tratados internacionales y la respuesta de la Comisión Europea y del propio Gobierno de España dicen muy claro que una parte de un Estado que se separa quedaría automáticamente fuera de Europa y se tendrían que iniciar los trámites para una reincorporación. Sería un camino muy largo, nos pondría a la cola y, además, podríamos tener el veto de muchos de los 27 países miembros. Es muy difícil, por no decir imposible, que Cataluña entrara en Europa.
– ¿La clave del camino que pueda emprender Cataluña pasa por si Mas logra o no la mayoría absoluta en los comicios del 25 de noviembre?
– Su estrategia es conseguir una mayoría absoluta para imponer al Gobierno de España lo que él quiera y responda a sus intereses partidistas, y eso no es bueno para los catalanes, ni para el resto de españoles. La imposición nunca es buena, lo que es bueno es la negociación, basada en la responsabilidad y la lealtad institucional. Y lo que Mas hizo en Moncloa es imponer a un Gobierno legítimo y democrático, además de engañar después del resultado de la reunión.
– Las encuestas dan un Parlament mayoritariamente soberanista. Si apuesta la cámara catalana por una consulta independentista, ¿está dispuesto el PP a negociar?
– Que las encuestas den un Parlament mayoritariamente soberanista no es nuevo. Durante su investidura, Mas ya habló de la transición nacional y ya había una mayoría soberanista, pero en cambio se dedicó a las prioridades de verdad de Cataluña. Ahora está llevando a Cataluña a años de inestabilidad e incertidumbre económica. Mientras las otras comunidades autónomas están trabajando para cumplir los objetivos de déficit y salir de la crisis, el presidente de la Generalitat ha convocado elecciones anticipadas y ha paralizado Cataluña. Además, dice que su único objetivo es el referéndum y que si no lo consigue, iremos a unas próximas elecciones plebiscitarias. Nunca estaré dispuesta a negociar para hacer un acto ilegal, sí lo estaré para hablar en el marco de la legalidad como he hecho siempre. El PP y la gente con sentido común no quieren caer en la trampa de la democracia ilegal por la que apuesta Mas. Plantear una consulta ilegal diciendo que es democrática es engañar a los catalanes.
– ¿El PP estaría dispuesto a realizar una reforma de la Constitución, como dice el PSC que promoverá, para dar cabida a esta consulta?
– El PSC se está contradiciendo, como ya hizo con el tripartito, cediendo al proyecto independentista de CiU. Ya ha habido un referéndum democrático, de todos los españoles, y ya tenemos unas reglas de juego democráticas. Además, es evidente que no se dan las mayorías requeridas para cambiar estas reglas del juego.
– Teniendo en cuenta que hay una bolsa que supera entre el 30 y el 40 por ciento de indecisos, ¿los ayudaría una posición más clara del PSC en el bloque constitucionalista?
– Sin duda, no sólo para los indecisos, sino también para el futuro de Cataluña y la unidad de España, hubiera ayudado que los socialistas catalanes tuvieran sentido de Estado y defendieran la Cataluña que quiere seguir formando parte de la España del siglo XXI y las ventajas que tiene seguir como estamos ahora. Pero, con su actitud defendiendo un modelo federal, los socialistas lo que han hecho es que el soberanismo sea mucho más fuerte.
– ¿Qué se ha hecho mal desde el Gobierno o que han hecho mal PP y PSOE para llegar a esta situación?
– Han pasado muchas cosas, y, aunque hacemos autocrítica, se debe tener en cuenta que el Gobierno de la Generalitat y CiU son quienes lanzan la ofensiva. Cuando Rajoy les invita a dialogar, CiU apuesta por la ruptura, incluso firmando días antes con ERC e ICV que no aceptarán que se cambie ni una coma del pacto fiscal. Son ellos los que han lanzado el desafío y han cometido un error garrafal al pasar de negociar de manera transversal la financiación a la independencia.
– A modo de ataque les acusan de tirar adelante un proyecto recentralizador. ¿Qué le parece?
-– Es falso, CiU se ha inventado el portazo de Mariano Rajoy al pacto fiscal, la agudización del España nos roba, cuando también había déficit fiscal con Montilla, o que el Gobierno recentraliza. La muestra de que CiU miente es que acaban aplicando los decretos de educación y sanidad, que primero tachaban de recentralizadores, en el tercer ajuste de la Generalitat. La cantinela de que el Gobierno recentraliza sirve para generar un enemigo, su estrategia fomenta el antiespañolismo y genera fractura social.
– ¿El PP reconoce que hay un problema desde el momento en que usted traslada a Rajoy que dé una solución a Cataluña?
– Hemos trasladado a Rajoy que hay unos desequilibrios financieros que se han de solucionar, que permitan a Cataluña seguir creciendo para que continúe siendo el motor económico de España. Defendemos una solidaridad finalista y limitada, pero de aquí a decir que Cataluña es víctima de un expolio fiscal y que España nos roba hay un abismo, a la gente no se le puede trasladar este engaño. Queremos un sistema de financiación que garantice que Cataluña no paga más impuestos que el resto, pero esto se debe negociar con lealtad institucional, no utilizando esta cuestión para alimentar una estrategia separatista que lleve a una supuesta mayoría absoluta.
– El PP se erigió como puente de diálogo entre los gobiernos español y catalán. ¿Se puede restablecer este diálogo o la relación está en un punto de no retorno?
– Las cosas nunca están en un punto de no retorno, pero los que han establecido la situación en un punto muy delicado han sido CiU. El PP ha garantizado la gobernabilidad de Cataluña sin recibir nada a cambio, por responsabilidad y para ayudar a los catalanes a salir de la crisis. CiU tendrá que explicar por qué mientras tenían estabilidad política parlamentaria y presupuestaria ha llevado a los catalanes a un proceso de inestabilidad e incertidumbre.
 – ¿Cómo se puede restablecer el entendimiento?
– Con flexibilidad en la negociación, pero siempre desde la firmeza y el respeto a las leyes.
– ¿Ve posible en la próxima legislatura llegar a algún tipo de acuerdo en la cámara con CiU teniendo en cuenta que estará poniendo en marcha el referéndum?
– Es muy difícil. El PP votó «no» a la investidura del presidente Mas porque ya tenía como objetivo la transición nacional. Después, pusimos por delante que si CiU tenía como prioridad las medidas económicas y sociales para salir de la crisis, el PP actuaría con compromiso con los catalanes y con responsabilidad, y así lo hemos hecho. Pero con una CiU que se ha echado al monte y sólo piensa en quienes se manifestaron el 11 de septiembre como la Cataluña cívica y pacífica y el resto de Cataluña no es su prioridad, hay muy pocas o ninguna posibilidad.
– ¿Qué necesita Cataluña?
– Un Gobierno comprometido que piense en los problemas que de verdad tiene Cataluña, que son la salida de la crisis, generar puestos de trabajo, ayudar a las pequeñas y medianas empresas y recuperarnos.
– La encuesta de la Generalitat da una mayoría absoluta a Mas. ¿La ve posible?
– La posible mayoría absoluta de Mas es un peligro para la convivencia en Cataluña y las soluciones de los problemas desde la negociación leal. CiU está en desafío permanente. Mas se parece muy poco al gobernante que entró a presidir el gobierno catalán hace dos años, ha perdido el sentimiento de la realidad y se siente por encima de la ley, y cuando alguien se siente así es muy difícil recuperar los puntos de encuentro, y más si cree que tiene una mayoría absoluta que él cree que le legitima para estar por encima de la ley. Por eso es tan importante evitarla.
– Esa misma encuesta dejaba al PP como segunda fuerza en Cataluña. ¿Ve posible sobrepasar al PSC?
– En estos momentos es tan grave lo que está ocurriendo que no me planteo ni segundas, ni terceras, ni cuartas fuerzas, me planteo ser la fuerza que evite la deriva y el desafío separatista de Artur Mas. Es mi gran responsabilidad y el PP somos el único partido que les preocupa porque somos el único partido fuerte y mayoritario que es capaz de decirle a los catalanes con eficacia que una Cataluña independiente no es una arcadia feliz, sino que estaría fuera de Europa.
– Cuando Mas fue a Bruselas a explicar su proyecto soberanista se dio de bruces con la realidad. ¿Le tranquiliza?
– Europa le ha dado un portazo a la estrategia independentista de Mas porque una Cataluña independiente no estaría dentro de la UE, y él sigue insistiendo en engañar a los catalanes, que tienen mucho en juego como para tener un presidente que no sabe a dónde quiere ir y el camino que está ofreciendo. Si Mas quiere actuar de manera suicida que lo haga, pero que no arrastre al pueblo de Cataluña.
– ¿Ha sido un error de estrategia de CiU los últimos viajes a Moscú y Bruselas?

– El planteamiento de una Cataluña independiente es tan insostenible económica y socialmente que está cayendo por su propio peso. El señor Mas engañaba mientras los otros no hablaban, y, al final, ha llegado el momento en que le han dicho las cosas claras. Incluso el Foreign Office le está diciendo a Escocia que quedaría fuera, le han dicho al primer ministro escocés que si engañaba le abrirían un proceso de investigación. Eso es lo que está pasando, no se puede engañar y Mas se está convirtiendo en un político mesiánico irresponsable perdiendo la imagen de buen gestor, que tampoco lo ha sido, y de político responsable.
– ¿Habrá algún gesto conciliador del Gobierno hacia Cataluña tras las elecciones?
– El gesto del Gobierno ya se ha hecho cuando le dice a la Generalitat que se quiere hablar y dialogar. Quien ha actuado de manera desleal es Mas.
– La huelga general del día 14, en plena campaña electoral, ¿se puede volver en contra de CiU?
– Mas se ha envuelto en la estelada para tapar su mala gestión. No puede culpar a otro de la situación de Cataluña; Galicia, Valencia o Andalucía han respondido de su gestión sin tirar las culpas a otros. La gente verá que no están rindiendo cuentas de su gestión al frente del Gobierno de la Generalitat. Es verdad que Montilla se fue y dejó una serie de problemas económicos y deuda, pero Mas está dejando más problemas económicos y una gravísima crisis política e institucional queriéndonos llevar a la ruptura con España.
– ¿Puede el PP conseguir el voto del catalanista moderado?
– Hay mucho votante moderado, catalanista y que no quiere romper con España. Le pedimos que, por encima de las diferencias, ahora lo que conviene es apoyar a un PP catalanista que trabaja por la salida de la crisis. El voto útil y que ahora conviene a Cataluña es el voto al PP, el único partido fuerte y que puede liderar la recuperación. A Mas no le oído hablar de los 840.000 parados en ningún momento porque su obsesión es el referéndum.