Murcia

La antigua oficina de Correos lista para abrir sus puertas a «Manifesta 8»

Después de 30 años cerrada, finalizan los trabajos de acondicionamiento

Bassam El Baroni, Pedro Alberto Cruz, Hedwig Fijen, Manuel Clavel y Enrique Carballido, en el acto
Bassam El Baroni, Pedro Alberto Cruz, Hedwig Fijen, Manuel Clavel y Enrique Carballido, en el actolarazon

MURCIA-Después de treinta años cerrada al público, la antigua oficina de Correos y Telégrafos de Murcia abrirá sus puertas el próximo 9 de octubre, tras las obras de acondicionamiento llevadas a cabo de cara a la celebración de «Manifesta 8». Y es que este espacio será el que acogerá las obras de más de una veintena de artistas internacionales propuestas por el colectivo curatorial Alexandria Contemporary Arts Forum (ACAF).
Durante la presentación, el comisario del colectivo ACAF, Bassam El Baroni, acompañado del consejero de Cultura y Turismo, Pedro Alberto Cruz; de la directora de la Fundación Internacional Manifesta, Hedwig Fijen; la coordinadora general de Manifesta 8, Esther Regueira; el director de Marketing del grupo Orenes, propietario del edificio, Enrique Carballido, y el arquitecto encargado de las obras, Manuel Clavel, destacó algunos de los proyectos que se encontrará el visitante a partir del día de la inauguración.
Al entrar al lugar, «se podrá ver una instalación inspirada en la reinterpretación de algunas ideas cogidas del Parlamento Británico». Proyecto que parte del encuentro de cuatro colectivos artísticos que discutieron diferentes cuestiones sobre arte contemporáneo en unas reuniones que tuvieron lugar en Murcia el pasado mes de junio, estas conversaciones se grabaron y se podrán ver en un trabajo de video de cinco canales que será la pieza central», concretó.
Otros de los trabajos más destacados por el comisario fueron el de Lorraine O' Grady, una artista americana que planteará una instalación con fotografías, y el de Juan Downey, un creador chileno del que se mostrará uno de sus videos datado del año 1982. «Es el único artista de la bienal que ha fallecido, el resto de los participantes son gente bastante joven», indicó.
La de Willie Doherty será otra de las iniciativas más atractivas. El artista irlandés ha realizado un video en uno de los puentes de Murcia que también se podrá ver en una de las salas del recuperado espacio. Por último, el comisario reseñó la propuesta de Kenny Muhammad y Adam Carrigan. «De Muhammad se podrá descubrir una instalación en la que él mismo pone música (realizada con su cuerpo) a una serie de plegarias para el arte que se le pidieron a diez escritores de diferentes partes del mundo».
En cuanto a la intervención del edificio, construido por el arquitecto vasco Pedro Muguruza entre 1930 y 1931 y de unos 2.500 metros cuadrados, Clavel apuntó que «se ha hecho una labor de limpieza, pero hemos intentado tocarlo lo menos posible, para así dejarlo en condiciones seguras, pero de manera que no se escondiese el paso del tiempo de la arquitectura».
Por su parte, Carballido avanzó que «después de la bienal y a lo largo del primer semestre del 2011 esperamos tener todos los permisos para poder arrancar el proyecto en el que este edificio se convertirá en la futura sede del Casino de Murcia». «Será un gran centro de ocio y se seguirá disfrutando de este lugar, pero con más equipaciones y dotaciones que lo harán más versátil». Por último, Cruz indicó que este lugar «ha pasado a formar parte de la ciudad de Murcia como uno de sus principales iconos, aunque prácticamente nadie lo ha visto, sobre todo los más jóvenes».
Del mismo modo, el titular regional de Cultura y Turismo recordó que la bienal tiene como uno de sus objetivos «recuperar la memoria histórica de la Región de Murcia a la par que la exhibición de las tendencias más rompedoras y vanguardistas en lo que a arte contemporáneo se refiere».
Cruz también señaló que «al igual que ha sucedido en el resto de sedes no culturales que se han utilizado para Manifesta, aquí se ha llevado a cabo una adecuación que ha consistido fundamentalmente en cumplir las normas de seguridad para que sea posible la entrada de visitantes». De esta manera, el edificio queda «prácticamente en crudo, mostrando el paso del tiempo», lo que «viene a suponer uno de los principales atractivos y va a contribuir y complementar la exhibición de las obras artísticas».