Soraya Sáenz de Santamaría
Contratos de formación para los «nini»
El Gobierno aprueba el real decreto que regula la FP Dual, que obliga a que, como mínimo, un tercio de la formación que reciban los jóvenes sea práctica y remunerada. El objetivo es atraer a más estudiantes a la FP y aumentar el número de alumnos con un título de enseñanza postobligatoria
Madrid- El Gobierno aprobó ayer el marco normativo que regula la FP Dual y el contrato para la formación y el aprendizaje a través de un real decreto que pretende ser un instrumento útil para favorecer la inserción laboral y la formación de los jóvenes. Y más en un momento en el que ta tasa de paro de los españoles entre 15 y 24 años alcanza la sobrecogedora tasa del 52,7 por ciento.
«Queremos mejorar la formación y hacerla más profesional», resumió la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, tras el Consejo de Ministros. Y no sólo eso, el nuevo modelo también busca atraer a un mayor número de alumnos que se decanten por la FP, que hasta ahora es una opción elegida por el 32 por ciento de los estudiantes, frente al 58 por ciento de media en otros países. Y es que, la Encuesta Económica España 2012 de la OCDE alerta de la necesidad de mejorar la FP para proporcionar a los jóvenes en riesgo de abandonar la escuela las habilidades relacionadas con el trabajo y una opción alternativa para acceder a la educación secundaria superior.
Así nos encontraremos con que el modelo de Formación Profesional actual (de dos años de duración, en el que el 80% del tiempo se dedica a la formación teórica del alumno y el 20% a la práctica) convivirá con la FP Dual (de tres años de duración máxima, que puede llegar a tener hasta un máximo 85% de formación práctica y sólo un 15% de teórica). Entre medias de estos dos extremos, el porcentaje de formación práctica o teórica podrá variar.
El gran incentivo para los alumnos de esta FP Dual es que podrán recibir becas salario, que ahora oscilan entre los 250 y los 500 euros al mes. De momento, ya hay empresas que están sufragando la formación práctica de los alumnos en los proyectos piloto que se han puesto en marcha, aunque, en el futuro, podrá ser también la administración educativa la que se encargue de financiar esa formación.
Certificación académica
Sin embargo, los que opten por una formación eminentemente práctica (hasta el 85%) tendrán un contrato para la formación y el aprendizaje con una remuneración que, como mínimo, igualará el salario mínimo interprofesional y tendrá una duración de entre uno y tres años. Eso sí, no permitirá conseguir un título directamente, según fuentes del Ministerio de Educación, pero sí, una certificación académica o acreditaciones parciales acumulables que, en el futuro, permitan conseguir un título de FP de grado medio o superior.
La ministra de Empleo, Fátima Báñez, ayer se mostró confiada en que este tipo de contrato pueda ser una salida laboral para el 21% de jóvenes españoles con edades entre 15 y 30 años que ni estudian ni trabajan, aunque espera que, en el futuro, esa edad se rebaje hasta los 25. «Estamos ante un contrato muy atractivo, porque combina formación y empleo a la vez, que piensa en dar una cualificación a muchos jóvenes españoles sin formación, los llamados «nini», añadió la ministra. La tesis que manejaba ayer es que a mejor formación, más estabilidad y mayores salarios. El contrato tendrá «la máxima protección social, no se trata de un contrato basura como en otras épocas de este país» y estará incluida la cobertura de desempleo.
De momento, la evolución es esperanzadora, ya que, según la ministra, se han firmado ya 37.310 contratos de aprendizaje desde el pasado mes de febrero.
Sin embargo, este modelo de contratación ya cuenta con detractores entre sindicatos y partidos de la oposición. FECCOO, FETE-UGT y el Sindicato de Estudiantes, además de IU, son de la opinión de que este modelo «creará mano de obra barata, será un itinerario basura y devaluará la Formación Profesional actual».
De momento, dieciséis comunidades autónomas desarrollan ya proyectos piloto de FP Dual, un modelo que combina la formación con las prácticas remuneradas, del que ya se benefician 1.500 alumnos en toda España y en el que están participando 513 empresas españolas.
Proyectos con autorización
El proyecto de Formación Profesional Dual deberá ser autorizado por la administración educativa correspondiente y se formalizará a través de un convenio con la empresa colaboradora. El acuerdo suscrito especificará la programación de cada uno de los módulos profesionales.
Salvo en el caso en el que al alumno se haga directamente un contrato de formación, el alumno que se incorpore a una empresa «deberá cursar previamente la formación necesaria que garantice el desarrollo de la formación con seguridad y eficacia». Además, el trabajo en la empresa «deberá garantizar la adquisición de los resultados de aprendizaje del ciclo formativo correspondiente». De hecho, la actividad formativa en una empresa y el centro educativo se coordinará mediante reuniones mensuales de control que «incluirán un informe por alumno», dice el real decreto. El profesor de cada módulo profesional «será el responsable del programa de formación, de la evaluación del alumno y de la coordinación con los responsables de formación de las empresas.
Control de la Inspección
Por otra parte, las administraciones educativas se responsabilizarán de realizar un seguimiento y una evaluación de los proyectos. Y no sólo eso, también la Inspección educativa hará un seguimiento del desarrollo de los programas de formación, tanto en el centro educativo como en la empresa. El real decreto contempla también la posibilidad de que el alumno pueda realizar la formación a distancia. En este caso, el alumno tendrá que hacer una prueba final presencial.
✕
Accede a tu cuenta para comentar