España

Sanidad eficaz por Juan Carlos García-Valdecasas

La Razón
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En mi opinión, lo que ha caracterizado la gestión sanitaria en los últimos tiempos en España es la inercia. Así, el esfuerzo realizado por muchos durante años ha dado lugar a la Sanidad que ahora tenemos, una Sanidad excelente. Sin embargo, esta inercia tiende hacia el enlentecimiento y finalmente la parada.
No hay duda de que la Sanidad española mejoró en los últimos años del siglo XX, de forma que nuestra actividad, poco conocida en el extranjero, dio un salto cualitativo enorme. Así, la Sanidad española se posiciono, a nivel europeo, entre las mejores, llegando a ser referencia en muchos ámbitos científicos.
Quizás el paradigma de todos ellos sea el mundo del trasplante, en donde España brilla con luz propia a pesar de su corta historia en este tipo de Medicina. Todo ello trae causa de la gran responsabilidad y ambición que el personal sanitario, médicos y enfermeras, ha tenido a lo largo de estos años.
Probablemente, este desarrollo tan relevante haya ido acompañado de un apoyo administrativo importante. Sin embargo, quien suscribe opina que la Administración no ha sabido aprovechar el contexto ni dotar a la Sanidad española con los medios e incentivos necesarios que sirvan para garantizar el mantenimiento del nivel adquirido, gracias al gran esfuerzo realizado en los últimos años.
Es más, me atrevería a decir que la gestión sanitaria ha caído en el olvido de forma sistemática. En estos momentos, tenemos una Sanidad eficaz y, a mi entender, a un precio razonable. A pesar de lo anterior, ésta se ve claramente amenazada por la incompetencia política, cuya gestión se ha traducido en un bagaje de deudas inconmensurable.
El personal sanitario sabe lo que significa la responsabilidad y las consecuencias de una actuación equivocada. Sin embargo, en la vida política esto no es así. La utilización del dinero público de forma manifiestamente errónea no va acompañada de la correspondiente reclamación por responsabilidades.
La consecuencia más nefasta de todo ello son los recortes sufridos en la partida presupuestaria asignada a la Sanidad de todos. Como las empresas que en momentos de crisis dejan de invertir en I+D, España como país se equivoca y reduce el presupuesto de una sanidad que, además de partir de una situación de infrafinanciación, se ve ahora perjudicada, quedando la capacidad de trabajo de médicos y enfermeras sensiblemente limitada.
Debemos ser conscientes de que tenemos una Sanidad de altísimo nivel. Muchos países, incluidos europeos, desearían tener nuestra capacidad de respuesta asistencial. No obstante lo anterior, si se opta por el recorte perderemos el esfuerzo realizado y la inercia que llevamos.
Por favor, no tiremos todo el esfuerzo de muchos años y el nivel alcanzado por la borda, recuperarlo resultará sumamente difícil y costará muchos años.


Juan Carlos García-Valdecasas
Catedrático de Cirugía de la UB