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Golosinas sexuales por Marina CASTAÑO

Golosinas sexuales por Marina CASTAÑO
Golosinas sexuales por Marina CASTAÑOlarazon

Golosinas sexuales son esas niñitas hipermaquilladas, vestidas como pequeñas furcias por sus mamás, que están tan orgullosas de que sus nenas «destaquen» en el mundo del espectáculo, que las presentan a concursos de baile, de cantantes o de belleza, esas Lolitas que luego son objeto de pederastas o de catálogos que circulan por la red, pequeñas furcias, ya digo, que se quedan sin infancia y sin adolescencia, que acceden a un ámbito que no les corresponde ni por edad ni por dignidad. Esas mini bellezas, esas muñequitas de carne y hueso que llevan rimmel, el pelo cardado y los labios rojo Chanel, cambian sus juegos por los casting, las sesiones de fotos, los ensayos y pudiera se que hasta por ganarse los favores de quienes las tienen que seleccionar o elegir. Pequeñas furcias, repito una vez más.


En esa misma línea está Kota Koki, una pequeña que ha revolucionado las redes sociales con su físico, que reproduce exactamente lo que es la Barbie en plástico, y que explica cómo maquillarse y peinarse para copiar de forma fidelísima a la mítica muñeca. ¿Será la Barbie la culpable del inicio de esta vorágine de niñas reconvertidas en adultas, en objetos de deseo, en golosinas sexuales, que es el apelativo que mejor les encaja? No lo sé, pero en Francia le están poniendo freno a este fenómeno de niñas Lolitas, «para no favorecer la imagen de los más pequeños transformados en adultos y contra la hipersexualización», un freno contra esa carrera «por la apariencia, la belleza, la seducción y el culto del yo». Ojalá cunda el ejemplo francés. Por respeto a los peques.