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Hague niega que el Reino Unido haya quedado fuera de un nuevo club europeo

El ministro británico de Exteriores, William Hague, aseguró hoy que el Reino Unido "no ha quedado fuera de ningún club"europeo al negarse a respaldar un tratado de reforma fiscal para resolver la crisis en la zona del euro.

En declaraciones a la BBC, el ministro dijo que la decisión del primer ministro, David Cameron, de desmarcarse del pacto suscrito por la inmensa mayoría de los países de la UE para adoptar nuevas normas de disciplina presupuestaria va en interés del país.


"Estos son países que dicen que renunciarán a más elementos de su soberanía nacional, del control sobre sus propios presupuestos, para que la zona del euro funcione de manera más satisfactoria", explicó Hague. "El Reino Unido no está en la zona del euro, no vamos a ceder más soberanía en esta materia ni en ninguna otra, no vamos a transferir más poder del Reino Unido a la Unión Europea y, en ese sentido, nos mantenemos al margen", indicó.


No obstante, Hague subrayó que "de muchas otras maneras", como en el impulso de iniciativas de crecimiento económico o en asuntos como Irán o Siria, "es el Reino Unido el que marca el ritmo y lidera el camino".


Según el ministro, sensible a la corriente euroescéptica del Partido Conservador, con el bloqueo de un nuevo tratado o de cambios en los tratados de la UE, Londres "se asegura de que las decisiones que afectan a todos, como las relacionadas con el mercado único, todavía se toman con las 27 naciones", incluido el Reino Unido.


Hague rechazó la idea de que, al quedarse varios países fuera de un eventual nuevo tratado -como Reino Unido, Hungría y posiblemente países escandinavos-, se esté creando una Europa de dos velocidades. "Se plantea el debate de quién se mueve a velocidad más rápida, y nadie debería asumir que la zona del euro se mueve más rápido que el Reino Unido", sentenció.


Veintitrés de 27 países de la Unión Europea llegaron hoy a un acuerdo para reformar los tratados comunitarios e incluir nuevas normas de disciplina presupuestaria en la zona euro.
Con la intención de defender los intereses de su sector financiero, el Reino Unido se negó a apoyar la propuesta, junto con Hungría, mientras que Suecia y la República Checa pidieron realizar consultas con sus parlamentos o con socios de las coaliciones de gobierno.