Tribunal de Cuentas
Berzosa se hace la víctima
La noticia cayó como un jarro de agua fría durante la comparecencia de Carlos Berzosa en la Asamblea de Madrid. La Cámara de Cuentas solicitó la fiscalización de la actividad económica-financiera de la Fundación General de la Universidad Complutense de Madrid (FGUCM) para los ejercicios de 2009 y 2010.
El aún rector de la Complutense comenzó su discurso victimista, echando la culpa de la situación económica que vive la institución a la crisis y al Gobierno de Esperanza Aguirre.
Según Berzosa, su universidad asume gastos que otras universidades no tienen como es el caso de la limpieza, «que se incrementa por el botellón», o la vigilancia que ello requiere. Pero resulta curioso que alegue estas causas a su crisis particular cuando otros centros siguen creciendo, como la Universidad Carlos III, que tendrá un nuevo campus en Puerta de Toledo.
Lo cierto es que las cuentas no cuadran cuando la Cámara de Cuentas tuvo que pedir hasta en tres ocasiones a la FGUCM la remisión de los contratos formalizados en el ejercicio de 2008. Por muestreo, se tomaron contratos entre los que destacan el de obras del conjunto residencial de 384 viviendas de Somosaguas por 30 millones de euros y su contrato de gestión de más de dos millones y medio de euros, una labor que durante muchos años venía siendo realizada por el personal de la fundación.
A pesar de que Berzosa presumió de «transparencia» en su gestión, el informe de la fundación no recoge la justificación detallada de la necesidad de esa externalización del servicio. Además, resulta escasa la documentación relativa de los contratos fiscalizados que no deja constancia suficiente de los trámites seguidos en la preparación de los mismos.
De tal manera, la Cámara de Cuentas no consideraba a la FGUCM dentro de los parámetros de la legalidad durante el ejercicio de 2008 por irregularidades en el origen de su capital fundacional. El rector declaró en la Asamblea que resolvió el «embolado» que se encontró en 2003 de la mejor forma que pudo. Recurrió a la demagogia por «no dejar tirados» a los 400 adjudicatarios de las viviendas, todos ellos miembros de la fundación y no de la comunidad universitaria, como estaba establecido. «¿Qué hago yo? ¿Volver a pagar el IVA a Hacienda y devolverles el dinero a los adjudicatarios?
La Cámara de Cuentas ha alertado a la UCM de que la FGUCM ha contravenido el objetivo para el que fue fundada, que es contribuir a la mejora de la prestación de saberes, investigación y formación de la universidad.
Berzosa aseguró que cuando llegó en 2003 al Rectorado, su situación era «delicada», pero la realidad es que la Universidad Complutense de Madrid es la única universidad pública madrileña que no presenta con regularidad sus cuentas. Todo esto engloba un cúmulo de irregularidades por parte de la gestión de Carlos Berzosa en la Complutense que tiene los días contados.
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