La Haya
El Govern invoca el caso de Kosovo como aval de una consulta en Cataluña
Insta al Estado a tener voluntad para facilitar un referéndum soberanista
BARCELONA- Tras el batacazo que los socios del tripartito se dieron en las últimas elecciones, PSC, ERC e ICV se escudaron en que a su obra de gobierno le había faltado un relato. A CiU se le podrá acusar de llevar hasta el límite los recortes y de poner sobre la mesa el debate soberanista para esconder su gestión, pero no se le puede reprochar que no ha sabido construir un relato. Si algo no le falta a su proyecto soberanista es épica. Como un trovador del siglo XXI, el portavoz del Govern, Francesc Homs, en un desayuno organizado por el Fórum Europa, reconstruyó ayer el relato que ha llevado a Artur Mas a defender un referéndum sobre la independencia.
Llamamiento al diálogo
Recordó que «no es un capricho del president»; que tras la sentencia del Tribunal Constitucional contra el Estatut, CiU concluyó que Cataluña debía iniciar un nuevo camino, y que, «aunque nos equivoquemos», la apuesta por el derecho a decidir «no tiene marcha atrás». Y tras reconocer que en el actual marco jurídico, Cataluña no tiene competencias para convocar un referéndum, añadió nuevos argumentos a favor del ejercicio del derecho decidir sin saltarse la ley. Invocó a la jurisprudencia del Tribunal Internacional de la Haya como aval de un referéndum sobre la independencia de Cataluña.
Sin nombrar el caso de Kosovo explícitamente, Homs expuso el dictamen que el Tribunal Internacional de Justicia emitió en julio de 2010 –que defiende que la declaración unilateral de independencia de Kosovo no viola el Derecho Internacional–, como garantía para convocar una consulta soberanista. Subrayó que La Haya establece que la legitimidad del derecho a decidir se consigue cumpliendo tres principios, que el proceso no sea violento, que sea escrupulosamente democrático y se agoten todas las negociaciones con el estado matriz.
Homs alegó que Cataluña cumple los tres requisitos, a falta de que el Gobierno no autorice la celebración de un referéndum como el de Escocia.
Y por si el argumento de La Haya no convence a un Gobierno que junto a Chipre, Grecia, Rumania y Eslovaquia no reconoce a Kosovo, se también expuso que una doctrina del Consejo de Europa sobre buenas prácticas en referéndums aboga por reconocer la posibilidad de que se puedan celebrar en ámbitos inferiores al Estado.
Pero antes de llevar la causa catalana ante La Haya, apeló a la voluntad del Gobierno para modificar el marco jurídico y facilitar que los catalanes puedan ejercer el derecho a decidir. Argumentó que podría utilizar el artículo 150.2 de la Constitución para facilitar la convocatoria de una consulta soberanista o modificar el marco legal. Para redondear su relato expuso que el Estado ha esquivado cuando ha querido formalidades jurídicas, como cuando traspasó al País Vasco competencias de tráfico por «derecho histórico».
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