Catarsis necesaria por Pilar Ferrer

Veinticinco de marzo. A tenor de los acontecimientos que han jalonado la campaña andaluza, no es sólo una fecha para el cambio. Es el momento de una auténtica regeneración democrática frente a la gestión de unos gobernantes autócratas, bajo ERES falsos, corrupción, despilfarro y esa frase magistral de Javier Arenas que resume las últimas tropelías: «No es cuestión de copago, sino de impago». Frente a las sempiternas acusaciones de privatización sanitaria, de amenazas contra el Estado del bienestar, Andalucía vota hoy algo decisorio, un auténtico vuelco no ya político, también ético y moral.

Ha sido una campaña dura para un «halcón» político de primera, Javier Arenas. Pero, sobre todo, con un adversario zaherido, salpicado por prebostes que hicieron de su tierra un cortijo a su medida. Nada ha faltado: comisiones ilegales, contratos atípicos, falsedad y hasta presunto consumo de cocaína con dinero público. Es la suya una campaña, la del PP, frente a un lodazal político. La cruzada ética ante el ocaso de unos dioses de barro, aupados al poder absoluto en 30 años de impunidad. Andalucía afronta un cambio sin precedentes. Y Asturias, dónde Mercedes Fernández, la entrañable «Cherines» a la que tanto protegía Paco Cascos, puede, con la sensatez por delante, abanderar un cambio de centro derecha. No es hora de personalismos, sino de responsabilidad. En dos territorios tan importantes se necesita una catarsis. En su traducción helénica, cambio, sí. Pero también, limpieza, coto a los desmanes. Como dijo San Pablo: «Y si tuviera todo el poder, sin ética, nada sería».