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Fernando Torres: «Luis está más preparado que nadie para opinar»

«El Niño» explica su apoyo incondicional a Aragonés: «Nunca querría perjudicar a la selección. Es un grupo que él creó. Lo que quiere es sumar, no restar» 

La Razón
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Potchefstroom- Han pasado 48 horas desde que Suiza rompió los pronósticos del Mundial. España fue la inopinada víctima, cuando su destino era interpretar el papel de verdugo. El golpe fue mayúsculo; pero la recuperación, que va por el buen camino, será evidente si recupera el papel protagonista el lunes, contra Honduras. Así lo cree Fernando Torres, esencia de la madurez a los 26 años.Nos encontramos en uno de los múltiples recovecos que integran el cuartel general de la selección. Apretón de manos, sincero. Sonri- sa franca. Cordialidad y entusiasmo en las respuestas, credibilidad. Más allá, Cesc, de vez en vez, le reclama un instante para preguntarle algo; no le llama Fernando, sino «¡Niño!». Es Torres, siempre futbolista, pareja de Olalla, padres de Nora, que en julio cumplirá un año. Y sin embargo, no ha cambiado. Me parece tan sencillo, tan normal, respetuoso y humilde como cuando era la referencia del Atlético. –Dos días después de la derrota ante Suiza, ¿cómo se encuentra? –Bien. Un poco decepcionado, como todos, porque éste ha sido un comienzo inesperado.–¿Recuperado del golpe? –Tenemos capacidad para salir de ésta. Estamos preparados. –¿No sigue dándole vueltas a la cabeza? Fue tan sorprendente perder contra Suiza... –Hay que vivir el presente y olvidar el pesimismo que envuelve a España en los Mundiales. No ha sido una derrota definitiva; en otras circunstancias, si fallas te vas a casa. Pero ha habido suerte, se trata del primer partido. –Por optimismo, que no quede. –Claro. Otro dato favorable, España hace tiempo que no pierde dos partidos consecutivos. También nos sirve agarrarnos a eso para elevar la moral. –¿Ha tenido que hacer virguerías Del Bosque para recuperar la moral del equipo? –Eso sale del grupo. Nuestro obje- tivo sigue siendo ganar el Mundial, aunque hayamos perdido el primer partido. –Pero el grupo está afectado, ¿o no? –El equipo ha estado tocado una tarde. La derrota es el pasado. –Me está convenciendo. Ya no me parece que Honduras o Chile vayan a ser «Suiza 2». –Nuestras opciones permanecen intactas. Lo único es que quizá ahora pasemos a octavos como segundos y el rival sea más complicado, porque será un primero. –¿Entonces? –Nosotros hemos creado esta situación y el míster poco tiene que sugerir para recuperarnos. Somos profesionales. –Bien, ¿y usted cómo se encuentra? Me refiero al aspecto físico. –Llevo algo más de dos semanas entrenando al ritmo del grupo. –Luego quiere jugar contra Honduras. –Todos queremos jugar, los veintitrés. Lo menos importante es quién lo haga. Vicente acertará sea cual fuere la alineación ante Honduras. –Contra Suiza le vi ansioso, precipitado, como queriendo meter el gol antes de chutar... –Entramos en una situación complicada, pero no noté la ansiedad. Era el querer y no poder, la tónica general del partido. –Luis Aragonés analiza los prepartidos y los partidos de España en LA RAZÓN. Dijo que a la selección le faltó velocidad y convicción, por ejemplo, ¿le parece ofensivo? Porque ni le cuento la que se ha liado. –Estoy seguro de que Luis nunca querría hacer nada que perjudicara a la Selección. Él ha creado este grupo. Le estamos muy agradecidos. –Y puede opinar, ¿verdad? –Está muy preparado para hablar, más que nadie. Su opinión es más importante que cualquier otra. –Se ha dicho que lo que pretende es meter cizaña en la selección. –Luis no quiere crear mal ambiente; todo lo contrario, lo que él quiere es sumar, no restar. –Completamente de acuerdo, ¿y qué puede pasar con España a partir de ahora? –No me gusta hablar de lo que puede pasar. Prefiero hablar de Honduras, quizá incluso de Chile; pero si no ganamos a Honduras, para qué hablar de Chile. –También es cierto. –Claro. Íbamos a ganar los nueve puntos en el grupo. Era una teoría que se ha quedado sin valor. Ahora, sobre el papel, vamos a ganar los seis. Pues sólo se me ocurre que hay que trabajar y sufrir para conseguirlos. –Aunque sea una hipótesis, ¿las opciones? –Intactas. No estamos como pensábamos, pero tenemos todo el Mundial por delante. –Y después del Mundial, el Liverpool sin Benítez. ¿Qué será de usted? –Rafa es el entrenador más importante que he tenido; pero su futuro y el mío van por caminos diferentes. El presente es demasiado importante como para perder el tiempo pensando en eso. –En Durban vi familias enteras de lugareños con camisetas de España, y en el dorso, Torres, el 9. Es usted mediático. –Lo de mediático te lo ganas en el campo, no haciendo cuatro anuncios. Además, está el tirón de la «Premier», un campeonato por encima de todos, que se conoce en Estados Unidos y mayoritariamente en África y en Asia. Mi suerte, además, es que estoy en un gran club, con una afición increíble. Todo ello me llena de satisfacción. –«El Niño» es padre de una niña. –De mi vida familiar no suelo ha- blar... Pero, bueno, la paternidad me ha cambiado la vida, personal y profesionalmente. –¿Se puede explicar? –Me ha dado un punto más de madurez, y eso también se refleja en mi juego. –¿Tiene más poso? –Ahora valoro otras cosas, disfruto más de la vida y del fútbol. El fútbol es para disfrutar, como cuando era un crío y jugaba en la calle. –¿Tiene el corazón rojiblanco? –Y orgulloso de serlo. No reniego de donde vengo, ni de mi barrio ni de donde he salido. El Atlético pa- ra mí siempre será especial. Soy un apasionado de este equipo desde niño. –El último partido entre el Liverpool y el Atlético lo vio en la grada y se contuvo al celebrar el gol de los «reds». –Estos dos años quería que ganase el Liverpool, es mi equipo. Pero me alegré cuando el Atlético ganó la final de la Europa Liga. Siempre voy a seguir al Atlético. –Simeone volvió, ¿se plantea usted el regreso? –Las segundas partes nunca fueron buenas... Sin embargo, me gustaría volver al equipo donde empezó todo. –¿Es una hipótesis? –Bueno, la verdad es que no sé ni dónde estaré dentro de una hora. Pero ojalá que pueda volver y pelear con el Atléti- co por una Liga, estando entre los grandes de Europa. Aunque, ya se sabe, los deseos no siempre se cumplen. –Algunas veces, sí. –Por eso espero que ganemos el Mundial. La sempiterna y agradecida moral rojiblanca.De cercaApareció en la cantera del Atlético de Madrid y desde que jugó su primer partido hasta que lo traspasaron fue «El Niño»; lo es aún. En Liverpool le tradujeron el apelativo, «The Kid». Cuesta trabajo asimilar que un tipo tan maduro y sensato como él siga siendo «El Niño». «Es así como me conocen, le tengo cariño al mote y me temo que seguiré siendo ‘‘El Niño'' hasta que me retire». Dejó su casa de toda la vida para ganar títulos con el Liverpool, pero con quien alcanzó el éxito fue con la selección campeona de Europa hace dos años en Austria y Suiza. Su gol en la final ante Alemania ha entrado en el apartado de las hazañas míticas de «La Roja», como el de Zarra a los ingleses y el de Marcelino a la URSS. Ahora quiere repetir en Suráfrica.