Historia

San José

El legítimo orgullo de Chile

La Razón
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La tragedia minera en Chile, que ha conmovido a la humanidad entera, no sólo a los chilenos, ha demostrado la categoría cívica y el amor nacional del pueblo chileno. Los 33 mineros (32 chilenos y un boliviano) han sorprendido al mundo con su entereza y responsabilidad desde el primer momento en que la mina San José donde trabajaban, se derrumbara atrapándoles a 700 metros de profundidad en el desierto de Atacama



 Durante los dos meses que han resistido en el interior en condiciones infrahumanas, su amor por la nación chilena, su bandera, su devoción cristiana y el apoyo a los compañeros dentro y fuera de la mina ha sido ejemplar, al igual que lo ha sido el comportamiento de sus familias, que han aguardado en la superficie en tiendas de campaña y sólo al final pudieron comunicar telefónicamente con los atrapados.

El presidente Sebastian Piñera, que sólo lleva siete meses en el poder y que se estrenó en el cargo con otra tragedia, la del terremoto que asoló la costa del país, prometió a los mineros que «no se rendiría en los esfuerzos por sacarlos» y pudo afirmar que había cumplido cuando el día 12 acudía personalmente para ir recibiendo a los que iban siendo liberados de la mina San José.

El Gobierno de Piñera ha realizado una gran operación de liberación utilizando enormes perforadoras de la roca hasta conseguir con excavadoras de gran potencia y una precisa tecnología el rescate uno a uno de los 33 mineros sin que se produjera ningún accidente en la llegada a los 624 metros de profundidad.

 El mundo ha estado siguiendo la liberación de los mineros a través de la cadena norteamericana CNN y sus filiales, que desde el día anterior a que empezaran a salir los 33 hombres conectó en directo con la boca de la mina. Ha permanecido ininterrumpidamente ofreciendo la complicada salida de cada minero, que tardaba de diez a quince minutos en llegar a la superficie. «Nunca hemos dedicado tantas horas seguidas para dar una buena noticia», comentó un ejecutivo de la cadena. Para perforar la dura piedra de la mina San José se ha utilizado, después de descartar otras dos opciones, la perforadora T-130, que es una mole de 40 toneladas, que se abre paso en el interior de la montaña a través de cinco martillos individuales ensartados en una misma cabecera. La manejan 20 hombres y el agujero perforado hasta llegar a donde se encontraban los mineros no alcanzaba los 70 centímetros de ancho que ha sido el grosor de la cápsula empleada en el rescate individual de cada hombre.