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Asad toma el bastión de los rebeldes sirios

Asad toma el bastión de los rebeldes sirios
Asad toma el bastión de los rebeldes sirioslarazon

Después de 26 días de resistencia, Baba Amro, el barrio de Homs tomado por los rebeldes, caía ayer en manos de las tropas del presidente Bachar al Asad, un lugar convertido en el símbolo de la revolución de Siria y del sufrimiento de su pueblo. Tras intensos combates desde el día anterior, el Ejército Libre de Siria salió ayer al mediodía de Baba Amro en lo que calificó como una «retirada táctica», principalmente por la situación humanitaria desesperada de los civiles de ese barrio. Los militares desertores habrían evacuado a los heridos más graves en su retirada y hacían un llamamiento a la Cruz Roja Internacional y la Media Luna Roja para que socorrieran a las miles de personas que permanecen aún allí.

Una vez que los rebeldes armados salieron de Baba Amro, empezó una gran operación de castigo, poco después, tal y como confirmaban los pocos activistas que quedan en Homs. Desde Damasco las autoridades aseguraban que tenían de nuevo en control de Baba Amro, un día después de haber prometido «limpiar» la zona de los grupos armados. Todo indica que el Ejército Libre de Siria se habría visto acorralado y se habría quedado sin municiones tras los enfrentamientos.

Acceso para Cruz Roja
A pesar de que los rebeldes habían resistido los intensos bombardeos de los últimos días, no pudieron soportar ni repeler durante más tiempo la ofensiva del Ejército oficial, muy superior en número y fuerza. Además, el régimen habría descubierto la ruta secreta de entrada y salida de Baba Amro, a través de la cual los rebeldes obtenían suministros, vitales para la población civil, completamente aislada desde hace casi un mes. La Cruz Roja Internacional anunciaba anoche que el Gobierno sirio le había dado finalmente el permiso para entrar a Baba Amro y está previsto que lo haga hoy mismo para entregar ayuda humanitaria además de socorrer a los heridos. Aún no se sabe con qué se encontrarán en este barrio y el horror que se esconde bajo los escombros tras días de ataques con artillería pesada y cohetes de mortero. La situación humanitaria está al límite, no sólo en el barrio rebelde sino en toda la ciudad de Homs, sobre la que ayer caía la nieve junto a las bombas. Una nieve maldita para los habitantes, que no tienen combustible para calentarse, pero bendita al mismo tiempo porque es la única fuente de agua potable. El agua corriente, la luz y las comunicaciones fueron cortadas hace tiempo en muchos barrios de Homs.

Ayer, 17 personas –varias procedentes de una misma familia– eran asesinadas a las afueras de la ciudad, según los Comités de Coordinación Locales. El grupo opositor informaba de que el Ejército ha intensificado su ofensiva contra los bastiones rebeldes en todo el país, dispuesto a aplastar definitivamente la rebelión, que podría crecer aún más alimentada por el sufrimiento y la rabia tras lo ocurrido en Baba Amro. Ante la creciente militarización de la rebelión, la oposición siria quiere evitar que la entrada de armas en el país se haga de manera caótica y desordenada.

Una oficina político-militar, integrada por civiles y militares, se encargará de supervisar el aprovisionamiento armamentístico según las necesidades de defensa y el tipo de misión, bajo control del Consejo Nacional Sirio (CNS), principal grupo opositor, según anunció ayer en París su presidente, Burhan Ghalioun. Dicho buró ejercerá de enlace entre los países dispuestos a armar a los rebeldes y los distintos grupos armados, según Ghalioun, que quiere evitar la entrega directa de armas entre algunos Estados y los insurgentes, aunque no citó ningún nombre. Algunos países árabes como Qatar han mostrado su voluntad de entregar armamento, mientras las autoridades sirias aseguran que el contrabando de arsenales provenientes de Irak es una realidad, informa Álvaro del Río.