Un juzgado e Interior investigan la muerte del detenido en Manresa

BARCELONA- La polémica muerte de Sergio E.C., un hombre que murió en el hospital dos días después de plantar cara a los Mossos d'Esquadra tras ser detenido en Manresa, está siendo investigada a dos bandas. Por una parte, el juez encargado del caso abrió las diligencias pertientes para esclarecer las causas exactas de la defunción, y por la otra, la conselleria de Interior ha iniciado una investigación interna, habitual en este tipo de episodios.
Antecedentes penales
Sergio E.C., de 34 años, tenía trece órdenes de búsqueda y captura y 23 antecedentes penales. Fue identificado en un semáforo, pese a que se hizo pasar por su hermano, y cuando iba a ser detenido se desató una pelea multitudinaria, en la que hirió a cuatro agentes y a un sargento de los Mossos, además de robarle la pistola a uno de ellos.
Tras ser reducido, el detenido comenzó a respirar con dificultad, por lo que fue derivado al Hospital Sant Joan de Déu de Manresa. Con graves problemas cardiorespiratorios, entró en un coma inducido y falleció el domingo. Fuentes del centro hospitalario corroboraron la versión del departamento y aseguraron que Sergio E.C. murió debido a estas patologías cardíacas. No consta que hubiera sufrido anteriormente trastornos parecidos.
La familia de la víctima, con su pareja a la cabeza, presentó ayer una denuncia contra los Mossos d'Esquadra por intento de homicidio. Consideran que la Policía Autonómica se empleó con una «violencia exagerada» con el detenido, que sufrió varias contusiones en su cuerpo durante la pelea. Los parientes de Sergio creen que los agentes le golpearon de forma «indiscriminada». En su denuncia, la familia de la víctima incidió en los golpes que sufrió el fallecido, que era un hombre muy corpulento. El citado hospital confirmó que Sergio ingresó con marcas de contusiones en el cuerpo.
Por su parte, el conseller de Interior, Felip Puig, lamentó la muerte del detenido e insistió en que se ha abierto una investigación de ofico interna. Insistió en su defensa de la actuación policial, que a su juicio fue «correcta», y señaló que el arrestado mostró un «exceso» de resistencia y una «extrema agresividad y violencia» contra los Mossos.
Puig recordó que «por culpa de la actitud del detenido fueron necesarios hasta cinco agentes para poder reducirlo». Seis patrullas de la Policía Autonómica se personaron en el lugar de los hechos. Asimismo, remarcó que el proceso de la detención «es uno de los más delicados y frágiles» a los que se enfrentan los policías, aunque insistió que «en este caso los agentes siguieron todos los protocolos de forma escrupulosa». El director general de los Mossos, Manel Prat, afirmó el día de la muerte de Sergio E.C. que «la actuación de los agentes ha sido absolutamente impecable».
El conseller también aseguró que tanto su departamento como los Mossos d'Esquadra facilitarán toda la información que les pida la Justicia.