Criminales

Esta semana, el fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, tuvo el valor de condenar los «ataques especulativos» contra el euro y las finanzas de España y Europa como una forma de «criminalidad económica». Tiene toda la razón. Sólo unos criminales pueden pensar en que aquí hay riesgos para los ciudadanos que ahorran e invierten. El déficit público español es muy reducido y el perfil del crecimiento de la deuda pública es sumamente moderado. Nuestra tasa de paro es tan baja que podemos hablar de pleno empleo. En ningún caso el Gobierno prevé subir los impuestos, por ejemplo el IVA, en los próximos meses. La política del Banco Central Europeo no ha recibido presión alguna, por ejemplo, para monetizar más la deuda pública a través de la adquisición directa de títulos de la misma. En términos políticos, nuestro Gobierno no sólo es un actor de reconocida solvencia en el panorama internacional, sino que a escala nacional se ha comportado de manera impecable. Sin ir más lejos, reconoció de inmediato la aparición de la crisis económica internacional y actuó ya entonces, en 2007, para hacer lo que un Gobierno sensato debe hacer: contener el gasto público. Y, por supuesto, siempre reconoció las críticas y jamás tuvo la tentación totalitaria de descalificar como antipatriotas a los que entonces le advirtieron de que España no se mantendría al margen del colapso.Bravo, don Cándido, valiente fiscal general del Estado.