Nueva York
El Empire State no quiere que nadie le haga sombra
El proyecto de levantar un rascacielos en Manhattan, frente al Madison Square Garden, ha suscitado la férrea oposición de los dueños del Empire State Building, que alegan que el edificio perjudicaría la imagen de la ciudad de Nueva York y solicitan apoyo popular para contrarrestar la iniciativa.
Los propietarios del Empire State afirman hoy en su web que el suyo es "el edificio definitorio del horizonte de esta ciudad y su monumento más importante". Añaden que lo más destacado del Empire State no es su altura, sino el lugar que ocupa en el "skyline"de Nueva York, así como "en los corazones y mentes de cientos de millones (de personas) alrededor del mundo".
Por ello, hacen un llamamiento a los neoyorquinos para que expresen al concejo municipal su oposición al proyecto "y nos ayuden así a preservar uno de los símbolos más característicos de Nueva York y del mundo". Anthony Malkin, presidente de Malkin Holdings -la empresa propietaria del edificio-, asegura que el proceso público de aprobación del nuevo proyecto, que ya ha recibido el visto bueno de la Comisión de Planificación del Ayuntamiento, "ha fallado en atender los intereses de los neoyorquinos".
"¿Se permitiría un rascacielos en las proximidades de la Torre Eiffel o del Big Ben?", se pregunta Malkin en un comunicado, al tiempo que defiende que pueden levantarse edificios más elevados que el Empire State, pero no de esa magnitud y tan próximo a éste.
Los promotores del proyecto, la empresa inmobiliaria Vornado Realty Trust, planean derribar el edificio del Hotel Pensilvania, ubicado en la calle 32 y la Séptima Avenida y levantar en su lugar un inmueble de cristal, denominado 15 Penn Plaza, con 67 plantas y una altura de unos 370 metros, muy similar a la del Empire State. Este emblemático edificio neoyorquino está ubicado en la Quinta Avenida, entre las calles 33 y 34 de Manhattan y, por lo tanto, a una distancia de apenas dos manzanas de donde se levantaría el nuevo rascacielos de oficinas y otros usos comerciales.
En una carta enviada esta semana al presidente del subcomité municipal encargado de evaluar el proyecto, Mark Weprin, los dueños del Empire State recuerdan además que los promotores del rascacielos prevén que éste se mantenga iluminado por la noche, lo que en su opinión alteraría las vistas internacionalmente reconocidas de la Gran Manzana. Señalan también que el Empire State, que ilumina su parte más alta por las noches con tonos alusivos a diferentes acontecimientos o conmemoraciones, fue construido en 1931 y está en proceso de modernización, con una inversión de 550 millones de dólares.
Por todo ello reclaman al concejo municipal, que tiene previsto pronunciarse el próximo lunes sobre este proyecto, que tenga en cuenta el efecto adverso que tendría en el horizonte de la ciudad, que ordene la reducción de su futura altura y que los promotores informen al público de cualquier variación del proyecto, sobre todo si tiene que ver con las dimensiones del edificio.
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