ETA registrará su nuevo partido trampa tras hacer público el comunicado

Madrid- El siguiente paso de ETA y su entramado, tras la publicación de un comunicado (cuyo contenido confirmó ayer el dirigente de la llamada «izquierda abertzale», Rufino Echevarría) que se puede conocer este mismo fin de semana, será la presentación, en el registro del Ministerio del Interior, de los estatutos de un nuevo partido político, el «Plan-A» de la banda y Batasuna para estar presentes en las elecciones municipales del año que viene.

Los proetarras llevan semanas con la boca llena libertad, respeto a los derechos humanos, legalidad vigente y cosas similares, como si, de la noche a la mañana, se hubieran desvinculado del terrorismo; y la democracia pluralista hubiera sido siempre su forma de actuación, tanto a nivel interno como externo.

Fuentes antiterroristas, consultadas por LA RAZÓN, informan de que los estatutos del nuevo partido ya están redactados y que se puede dar como seguro que se ajustarán en su textualidad a la legislación vigente y, en concreto, a la Ley de Partidos Políticos, una ley que no exigía condenar expresamente el terrorismo y que el pasado verano fue reformada para tratar de acabar con lagunas como ésta. De momento, todo apunta a que la nueva marca se limitará a condenar la violencia en general y no la de ETA en particular.

El anuncio de la presentación del partido se realizó en un acto celebrado en Pamplona, en el que estaban presentes, muchos en primera fila, los principales dirigentes de formaciones proetarras, algunas de ellas ya ilegalizadas. Para la Justicia, según las citadas fuentes, va a ser muy fácil –demasiado– demostrar que las nuevas siglas son continuidad de Batasuna. Su no inscripción en el registro sería tan sencilla, que llama la atención. Por ello, como ocurrió en los anteriores comicios, ETA y su entramado tienen un «Plan-B» o, incluso, un «Plan-C». En 2007, fue Acción Nacionalista Vasca (ANV), partido ilegalizado después por el Tribunal Supremo. Lo que pueda ocurrir ahora dependerá de la respuesta que dé el Gobierno, y el Partido Popular, al comunicado de ETA y a los pasos siguientes, entre ellos la presentación en el registro de los estatutos del nuevo partido.

Sin embargo, los expertos alertan de que cualquier decisión debe ser adoptada sin olvidar nunca la estrategia general de la banda, a la que nunca ha renunciado y, según todos los indicios, tampoco lo va a hacer ahora. Lo que quieren, como objetivo táctico, es que, con las mínimas concesiones, su brazo político esté en los comicios de mayo del año que viene.

En estos momentos, para los terroristas es más importante mantener el control de su entramado, muy desmoralizado y desorientado por la debilidad operativa de la banda y el fracaso del anterior proceso negociador, que las elecciones mismas.

Pase lo que pase, se consiga o no que las listas proetarras estén en las elecciones, para ETA es vital que sus militantes la sigan visualizando como la «vanguardia» de todo el «movimiento de liberación». Y no sólo desde un punto de vista autoritario, sino también como la «organización» que les ayuda, les comprende y les impulsa en las situaciones más difíciles.

El hecho de que la mayoría de esos militantes optaran por debatir una ponencia elaborada por los «posibilistas» que encabeza Arnaldo Otegi y no la que preconizaban los «ortodoxos», entre ellos la mayoría de los presos, estableció un peligroso precedente que los cabecillas no van a permitir que se repita.

Si ahora tienen que escenificar una serie de «gestos», como aceptar las propuestas del «conseguidor» Brian Currin o lo acordado en Guernica, se hace; sobre todo para que entre los batasunos no se pueda decir que quedaron fuera de las instituciones por culpa de los pistoleros.

Los expertos consultados recuerdan que la maniobra de presentar un partido que se ajuste a la legislación vigente y a la Constitución, la ha repetido ETA y su entramado varias veces a lo largo de su siniestra historia. Al final, todas las formaciones fueron ilegalizadas, pero algunas de ellas, como Herri Batasuna y Batasuna, después de disfrutar muchos años de las ventajas de la democracia, sistema que tratan de destruir en el País Vasco y Navarra. «Creer ahora, por conveniencias políticas, en los escritos y palabras de los terroristas y sus cómplices, sería un grave error y supondría retrasar el fin de la banda varios años, ahora que está tan cerca».

A título de ejemplo, recuerdan lo que decían los estatutos de Abertzalen Sozialisten Batasuna (ASB), partido que presentaron en el registro del Ministerio del Interior en 2007. Era, como ahora el que tengan en mente, su «Plan-A», y fue rechazado por la Justicia. En los estatutos, preconizaban la definitiva superación del conflicto histórico de naturaleza política existente entre Euskal Herria y los estados español y francés, mediante un proceso de diálogo y negociación y ausencia de cualquier tipo de violencia.También mostraban su respeto a los principios democráticos y al pluralismo social y político; la defensa de los derechos humanos y libertades fundamentales de la personas y de los pueblos, empleando para ello exclusivamente vías políticas y democráticas. Las fuentes consultadas apuestan por comparar este texto con el que sustente el nuevo partido que se va a presentar ahora.

Las «marcas» anteriores
1. Herri Batasuna
Se ajusta a la Constitución. Adquiere el compromiso de que su organización interna se regirá por las formas democráticas.
2. Euskal Herritarrok
Desarrollo y defensa de los valores democráticos, derechos y libertades fundamentales. Ajustará su organización a los procedimientos legales.
3. Batasuna
Desarrollo y defensa de los valores democráticos y derechos y libertades fundamentales. Se ajustará a los procedimientos legales y democráticos.
4. Abertzale Sozialisten Batasuna
Actuará con respeto a los principios democráticos, al pluralismo social y político y a la defensa de los derechos humanos y libertades.
5. ... y a la quinta
El documento de principios del brazo político de coincide con los de las otras formaciones ilegalizadas.