Sacramento
Cinco cardenales y 41 obispos en la jornada por la vida de Washington
Aunque el aniversario de la sentencia «Roe vs. Wade» que liberalizó el aborto se cumplía el sábado, las asociaciones pro vida decidieron convocar su marcha anual por la vida en Washington el lunes, «para que nos vean los congresistas», según Steven Greydanus, padre de seis hijos e influyente bloguero del «New Catholic Register».
Cientos de miles de personas de distintas religiones y ciudades desfilaron en la capital norteamericana pidiendo, directamente, la abolición del aborto. En el estrado, ante las escaleras del Capitolio, una nube de gobernadores y congresistas pro vida, muchos de ellos elegidos en las recientes elecciones.
La Iglesia Católica se volcó con la jornada. El domingo por la tarde la Basílica Nacional de la Inmaculada Concepción acogió una vigilia de oración por la vida, en la que participaron cinco cardenales (de Washington, Houston, Boston, Filadelfia y Chicago), 41 obispos, 325 sacerdotes y 10.000 fieles. Muchos jóvenes pasaron buena parte de la noche en oración, lo que tiene mérito después de recorridos en autobús de 14 horas o más. A primera hora de la mañana, 27.000 de estos jóvenes católicos abarrotaban dos estadios, el Verizon y el DC Armory, dirigidos en uno por el cardenal Wuerl, de Washington, y en otro por el cardenal DiNardio, de Houston, presidente de los obispos norteamericanos. «Se parece a una mini-Jornada Mundial de la Juventud», escribió Tim Drake, otro de los blogueros del «Register». Después de confesarse (cien curas confesaban), de muchas canciones alternadas con testimonios y de una misa por las víctimas del aborto (con algunas lecturas en español), los jóvenes se unieron a sus mayores y a cientos de miles de manifestantes en las calles. «Espero que la Marcha haga que los políticos entiendan la importancia de salvar vidas inocentes», pedía Hunter Bryan, de 13 años. Hunter había aguantado 18 horas en autobús desde Illinois con su hermana, su hermano, dos primos y ocho autobuses de la diócesis de Springfield.
Cuatro ideas provida del obispo Soto
Jaime Soto, obispo de Sacramento, uno de los diez que participaron el sábado en la Marcha por la Vida de San Francisco, pide a sus parroquias celebrar cuatro campañas pro vida anuales: en otoño, el domingo pro vida; en invierno, misas de reparación por el aborto (o enviar fieles a la Marcha por la Vida); en verano, recaudar fondos para ayudar a niños y mujeres vulnerables; en primavera, visitar al menos dos políticos locales y hablarles del aborto.
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