Llega a Turquía otro general sirio desertor junto a más de mil civiles

Según informa hoy la agencia de noticias Anadolu, el general pidió asilo en la frontera turca cerca a Reyhanli, en la provincia de Hatay, junto a otros 12 soldados. En total, 1.137 refugiados, la gran mayoría civiles, y muchos de ellos mujeres y niños, entraron desde ayer a través de tres pueblos fronterizos de este municipio, que dista apenas 50 kilómetros de Alepo, escenario de graves combates y bombardeos.

Entre los refugiados hay 25 heridos, que fueron trasladados al hospital de Reyhanli, donde fallecieron dos de ellos. Los militares, por su parte, fueron llevados al campamento de Apaydin, en la misma provincia, fuertemente vigilado y reservado a oficiales sirios desertados y a sus familiares.

Hasta hoy, los combates en Alepo no habían provocado un llamativo incremento de la llegada de refugiados a Turquía, ya que una importante parte de los civiles desplazados prefería quedarse cerca de la frontera, en territorio bajo dominio rebelde, según detalló a Efe Hefiz Abdulrahman, un activista de derechos humanos sirio.

En recientes días, numerosos refugiados han explicado a Efe su rechazo a entrar en el sistema turco de acogida, ya que todos los recién llegados son trasladados a los nuevos campamentos en las provincias de Sanliurfa o Kilis, cuyas condiciones de vida son "indignas", según los consultados.

Una vez que varios campamentos establecidos en la provincia de Hatay, y que gozaron de buena fama entre sus residentes, fueron desmantelados y sus residentes trasladados a Sanliurfa, Gaziantep o Kilis, numerosos sirios prefieren quedarse a vivir de forma ilegal en Hatay o, directamente, eligen volver a Siria, para permanecer en las zonas fuera de control del régimen.