Alierta achaca los males de Europa a su falta de organización

MADRID- Mientras la crisis de deuda devora a la eurozona, el intrincado sistema organizativo europeo impide a sus miembros responder con la celeridad que la situación exige, agravando con ello los problemas. Pocos quedan en Europa, incluidos los políticos, que no sean conscientes de una anomalía que, a decir de muchos, inflama los verdaderos problemas de la UE. La sensación la resumió ayer César Alierta, presidente de Telefónica. «Europa no tiene ningún problema de fundamentales –deuda, PIB, déficit...–, sino de organización», afirmó durante su intervención en el Foro Latibex.

Alierta defendió la solidez de Europa, con menos deuda y déficit que Japón o EE UU, antes de añadir que la deuda de los europeos «nos la debemos unos a otros».

De las palabras del presidente de Telefónica se infiere la necesidad de que Europa camine hacia una unión fiscal que reclamó el consejero y director general de Banco Santander, Francisco Luzón, quien solicitó en su turno la construcción de un nuevo modelo europeo. Sólo así, aseguró, se podrán arreglar los problemas que afectan a España, como su elevada prima de riesgo actual. En todo caso, Luzón descartó que nuestro país vaya a tener que ser rescatado.

Con Europa luchando por alejar el fantasma de una nueva recesión, Iberoamérica cobra cada vez más relevancia como mercado de futuro. El otro lado de Atlántico representa «el presente y el futuro mientras Europa se desangra en una irreductible crisis y Estados Unidos intenta recomponer sus cuentas fiscales», afirmó en su intervención Borja Prado, presidente de Endesa.
Las compañías españolas gozan de una importante presencia y ventaja en la región después de lustros de grandes inversiones. Sin embargo, como advirtió Francisco Luzón, es necesaria una «segunda ola» de inversiones para no perder esta posición privilegiada. Un esfuerzo al que se comprometió César Alierta. «Somos [Telefónica] el primer inversor de la región y seguiremos invirtiendo en un futuro», aseguró.