Barcelona

La Sagrada Familia honra a Benedicto XVI

La obra insignia de Antoni Gaudí volvió a llenarse ayer de fe, comunión y espiritualidad. Más de 6.000 personas acudieron a la basílica de la Sagrada Familia para asistir a la primera misa celebrada tras su dedicación que ofreció Benedicto XVI el pasado 7 de noviembre.

La Sagrada Familia volvió ayer a acoger una misa tras la visita del Papa
La Sagrada Familia volvió ayer a acoger una misa tras la visita del Papalarazon

Así, seis semanas después de la visita papal, el cardenal arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, junto al obispo auxiliar, Sebastià Taltavull, y otras autoridades eclesiásticas celebraron una misa en acción de gracias por la visita del Santo Padre y en honor a la familia y a la vida.

«La visita del Santo Padre Benedicto XVI los días 6 y 7 de noviembre fue un auténtico don de Dios en el que el Papa nos manifestó su afecto. Por ello venimos a dar las gracias por esta inolvidable visita aquí en la basílica que él mismo dedico», dijo Sistach al inicio de la ceremonia, que contó con la presencia de la Infanta Cristina, el vicepresidente del Congreso, Jorge Fernández Díaz, el secretario general del CiU, Josep Antoni Duran Lleida; así como los miembros del Patronato del Templo y del cuerpo consular.

En su homilía, que empezó en catalán y terminó en castellano, Sistach subrayó la importancia de la dedicación de la basílica «en una época en que el hombre pretende, edificar su vida de espaldas a Dios como si no tuviera nada que decirle». «Dedicar esta majestuosa basílica a Dios, en medio de la ciudad cosmopolita de Barcelona, es una manera de ofrecer la presencia de Dios y de la Iglesia, no escondida sino muy visible, a toda la ciudad», añadió.

Recordando las palabras de Benedicto XVI, el arzobispo de Barcelona quiso realzar el valor del matrimonio y de la familia tradicional. «La familia es la primera escuela para la formación de los hijos en la fe, las virtudes humanas y cristianas y el compromiso social», recordó a los asistentes, la mayoría familias y ciudadanos que pudieron contemplar la belleza del interior del templo modernista.

El valor de la vida

Sistach interpretó la visita del Pontífice al centro de niños con discapacidad del Nen Déu como una «manifestación del valor de la vida humana desde su inicio hasta la muerte natural, sin o aunque haya alguna minusvalía». Además, recordó el compromiso que deben asumir los cristianos para «ayudar a las mujeres embarazadas que no se vean encaminadas u obligadas por circunstancias adversas a recurrir al aborto»

La solidaridad con los pobres y los enfermos fue otro de los mensajes a los barceloneses que, bajo las imponentes columnas de la maravillosa obra de Gaudí, siguieron la ceremonia durante más de una hora. Sistach apeló a la solidaridad para paliar la crisis económica y por ello la colecta se destinó a Cáritas. El cardenal arzobispo llamó a velar por los frutos que ha dejado la visita de Benedicto XVI, «intensificando con renovada ilusión la fidelidad a Dios y a la Iglesia». Y por último recordó el trabajo de los cristianos en la «nueva evangelización de la sociedad».