Cataluña

Adoctrinamiento irresponsable por Carmen Gurruchaga

La Razón
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Los lastres educacionales que el individuo ha recibido desde edad muy temprana son muy difíciles de combatir, por lo que lo normal es que las personas que los han sufrido los arrastren a lo largo de su vida, con dificultades para liberarse de ellos. Ya que se trata de condicionantes que se introducen en la mente de los niños cuando carecen de bagaje intelectual para poder rebatirlos o cuestionárselos, al no ser un aprendizaje académico sino un sentimiento irracional clavado a hierro en la etapa educativa primaria. Así ,por ejemplo, en el imaginario colectivo nacionalista, vasco o catalán, todo lo que venía de «España» en la etapa del franquismo era negativo porque trataba de aniquilar las señas de identidad que le son propias a cada una de esas comunidades. Ahora, en democracia, el enemigo común no es Franco, sino la derecha española; es decir, el PP, que se ha convertido por culpa del totalitarismo nacionalista en el enemigo de Cataluña o Euskadi, aunque sea un axioma que no resiste el más elemental análisis racional. Porque no hay nadie que se levante por la mañana pensando en cómo fastidiar a Cataluña o al País Vasco y mucho menos si quien madruga forma parte de una de esas dos regiones. Puede existir un punto de vista diferente sobre cómo encontrar un camino de convivencia factible entre quienes lo ven de manera diferente, y nada más. Pero como en esas dos autonomías son los nacionalistas quienes llevan las riendas de la Educación, han lastrado el aprendizaje normalizado de la cultura española e introducido de manera irresponsable la tesis según la cual la derecha española es la culpable de anular las señas de identidad vascas y catalanas, lo que dificulta una enormidad la convivencia y divide la sociedad en dos colectivos irreconciliables.