Elecciones en Francia
La Junta Electoral prohíbe in extremis el cara a cara entre Montilla y Mas
La campaña electoral catalana está siendo de todo menos provechosa para implicar al ciudadano en la vida política. Al aluvión de vídeos censurables, hay que sumarle el culebrón del cara a cara entre Artur Mas y José Montilla, que poco va a contribuir a aumentar una participación que se espera ronde el 50 por ciento el domingo.
Las acusaciones salían ayer a borbotones de las cocinas de PSC y CiU y por boca de sus propios candidatos, mientras esperaban que la Junta Electoral Central estudiara sus recursos después de que la Junta Provincial de Barcelona hubiera rechazado por la mañana que Mas y Montilla se midieran anoche en TV3.
Finalmente, la Junta Electoral Central rechazó el careo en la televisión autonómica amparándose, de la misma manera que la Junta Provincial, en que debía haberse comunicado con cinco días de antelación como marca la Ley Orgánica del Régimen Electoral General. Todo esto ocurrió en unas horas de vértigo en los cuarteles de campaña de PSC y CiU. El resto de formaciones miraban desde la barrera abochornados el devenir de la jornada.
Por la mañana, la Junta Provincial de Barcelona ya resolvió por unanimidad que no se podía celebrar el cara a cara porque no se había comunicado con los cinco días de antelación que marca la ley. ERC y PP, que habían recurrido la celebración del debate, e ICV y Ciutadans aplaudieron la decisión, pero PSC y CiU volvieron a recurrir ante la Junta Electoral Central. A las 18.30 horas, comenzó esta nueva reunión de la Junta Electoral Central, que está formada por ocho magistrados y cinco politólogos. TV3 llegó a emitir un comunicado a media tarde explicando que «mantenemos en "stand by"el debate», que tenían previsto emitir a las 22.30 horas en directo.
Movilizar a los socialistas
Montilla se jugaba mucho en el cara a cara con Mas. Buscaba la manera de movilizar al electorado socialista, ya que, según todas las encuestas –LA RAZÓN proyectaba el lunes que perderán casi 200.000 electores estos comicios–, el voto de castigo hace imposible un nuevo gobierno tripartito y CiU superará los 60 diputados.
Los socialistas ayer acusaban a Mas de haber torpedeado el cara a cara. «El PSC quiere recordar que su candidato a la reelección, el president Montilla, ha pedido cada día desde el inicio de la campaña electoral un debate cara a cara con el candidato de CiU», argumentaron en un comunicado. Añadieron que la primera vez que su candidato pidió el careo fue el 24 de septiembre «y ha repetido la oferta sistemáticamente (...) Mas ha evitado pronunciarse públicamente sobre la invitación del President y no fue hasta que éste le insistió en el debate del domingo que aceptó».
Pero, desde CiU, se ve la situación diametralmente opuesta. Mas reprochó a Montilla que hubiese esperado «hasta el último momento» –el debate entre los seis candidatos el domingo pasado– para pedir el cara a cara. La clave es que primero los socialistas solicitaron a CiU dos debates a dos –uno en catalán en una televisión pública y otro en castellano a celebrar en una cadena privada–.
LOS ARGUMENTOS CONTRARIOS
- La Junta Electoral Central declinó del careo, basándose en que la Ley Orgánica de Régimen Electoral (art. 66) fija que debe avisarse con cinco días de antelación.
- La Junta Provincial de Barcelona ya había fallado por unanimidad por la mañana que el debate era ilegal con el mismo argumento.
- El recurso del PSC para que in extremis se aprobara el debate argumentaba que avisaron del debate «con fecha 18 de octubre». Apuntaba que no atentaba contra la neutralidad informativa.
- El recurso de CiU también defendía que no se rompía el respeto al pluralismo.
Camacho pide medirse con Mas
Mientras la Junta Provincial de Barcelona y, después, la Junta Electoral Central debatían si era o no posible que Mas y Montilla se midieran en TV3, el resto de candidatos a la Generalitat también quisieron el mismo trato por parte de la tele pública. Alicia Sánchez-Camacho, denunció el «trato de favor» a PSC y CiU, y pidió compensar esta «ventaja injusta» con un cara a cara con Mas. Sánchez-Camacho explicó que tiene interés porque «el PP será quien decidirá la gobernabilidad en Cataluña», si Mas no opta por buscar a ERC con una «hoja de ruta» independentista. Por poder tener la llave de la gobernabilidad, Puigcercós pidió un debate con la candidata popular. Y Herrera también quiere medirse con Mas ante las cámaras.
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