«La otra hija»:Ya están aquí de nuevo

El caserón destartalado en el quinto cuerno. La familia disfuncional de turno por culpa de un divorcio relámpago. Un atractivo padre y novelista de éxito que no es capaz de escribir una sola línea desde que aterrizan en su nuevo hogar y, menos, de contener a una hija adolescente que se está volviendo rara, una evolución a la que asiste impotente el hermano pequeño de ésta...

Pero cuántas películas norteamericanas habrán partido ya de estos o muy parecidos presupuestos argumentales, y no les cuento nada si a la fórmula, que esta vez, sin embargo, no orquesta un director estadounidense, sino el debutante español Luis Berdejo, le suma el guionista alegremente un antiguo túmulo funerario y la intermitente presencia de monstruos como amojamados que parecen parientes pobres de aquellos que poblaban la sobresaliente «El laberinto del fauno».

Casualidades: una bastante centrada Ivana Baquero (si ven la película en V.O.S. comprobarán qué bien maneja esta jovencísima actriz el inglés, que cunda el ejemplo en la industria española y no señalo a ninguna) protagoniza también este filme junto a Costner (un discreto intérprete aunque guapo todavía y bastante simpático que no suele dar pie con bola en lo que a elecciones profesionales atañe), el anegado padre de esta metamorfoseante y siniestra criatura.

Semejanzas e influencias aparte («Poltergeist», «Terror en Amityville»...), la historia se tambalea igual que esas extrañas criaturas que, en una obvia, aunque no lo suficientemente explotada, referencia al despertar sexual de la niña, la reclaman desde el terroso más allá. Sustos previsibles, una dirección correcta pero escasamente arriesgada (recuerden, no obstante, que se trata de un novato).... Una cosa es que un puñado de avispados e interesantes directores de nuestro país hagan las Américas gracias al terror y otra muy distinta es que sólo consigan dar un poco de miedito. Y a veces por causas que tienen poco que ver con este bendito género.