Nueva York

La policía de Salt entra a patrullar en los inmuebles

La policía de Salt entra a patrullar en los inmuebles
La policía de Salt entra a patrullar en los inmuebleslarazon

BARCELONA– «Pasillos limpios, pasillos seguros». Así se llama el nuevo programa piloto que el Ayuntamiento de Salt ha puesto en marcha para acabar con los conflictos en las comunidades de vecinos más problemáticas del municipio. La Policía Local patrulla, desde esta semana, por una decena de fincas que se han adherido a esta iniciativa municipal pionera con la que se quiere garantizar la convivencia y la seguridad ciudadana.

Inspirada en una iniciativa de la policía de Nueva York, los agentes tienen una llave universal para acceder a los edificios y vigilan, a diferentes horas, los portales, las escaleras y las zonas comunes de estas comunidades de vecinos con antecedentes conflictivos. «Queremos prevenir conflictos detectados en comunidades de vecinos como faltas administrativas relacionadas con la salud pública, orinar donde no se debe por ejemplo, u otros delitos como el tráfico de drogas, el fraude en suministros eléctricos o de gas o la ocupación de pisos vacíos», explica la concejal de Comunidad y Vivienda de Salt, Gloria Pàmies. Aunque en los últimos meses los delitos, las faltas y los hechos conflictivos han descendido un 25 por ciento en este municipio gerundense, el principal objetivo de esta iniciativa es «dar más tranquilidad a los vecinos, conocer en profundidad los problemas que padecen las comunidades y establecer respuestas rápidas a los problemas que van surgiendo», señala Pàmies.

El plan piloto se ha puesto en marcha en la zona centro de la ciudad, donde se concentra un mayor porcentaje de delitos y de población extranjera.

La primera finca adherida es la macrocomunidad de vecinos de la Sagrada Familia, que cuenta con diez bloques y un total de 200 viviendas. «Estamos muy satisfechos de formar parte de este plan piloto», declara el presidente de esta macrocomunidad, Jaume Casaponsa, donde el 90 por ciento de los vecinos son inmigrantes y el 10 por ciento catalanes, la mayoría ancianos.

«No esperamos resultados inmediatos ni milagros, pero aquí vive mucha gente mayor y con este sistema se sienten mucho más seguros, están encantados», explica este vecino de Salt, de 50 años. Los principales problemas en esta comunidad son de convivencia e incivismo. «Vivo aquí desde el año 85 y problemas siempre ha habido, como en todas partes, pero se han ido agravando con los pisos desocupados ya que la gente entra, vienen a pasar droga, a pincharse, los destroza, roban las tuberías de cobre…etc.», añade Casaponsa.

La medida interesa
A pesar de que la voluntad municipal es que este tipo de acción se extienda a otros bloques de viviendas que ya se han mostrado interesados y que sufren problemas similares, por el momento el Ayuntamiento de Salt quiere ir «poco a poco y hacer el trabajo bien hecho», dice la edil que recuerda que los agentes policiales han de seguir haciendo sus tareas habituales. Sin embargo, «lo que todo el mundo se pregunta es si habrá suficientes efectivos para ampliarla», considera el presidente de esta comunidad de vecinos de Salt, municipio que cuenta, hoy por hoy, con medio centenar de policías locales.

Otras poblaciones de la zona se han mostrado interesadas en este programa para fomentar la convivencia y velar por la seguridad pública cuyo coste para el Consistorio sólo es el pago de la cerradura de las puertas y, para los vecinos, su colocación y las llaves.

 

Una idea importada desde el Bronx
La iniciativa viene dada tras una visita que el alcalde de Salt, Jaume Torramadé, hizo a Nueva York. Allí descubrió el programa «Clean Halls» que la policía de la ciudad norteamericana lleva a cabo en los edificios residenciales de barrios conflictivos, como el Bronx, para acabar sobre todo con la compra o venta de drogas en los pisos. De este modo la policía, que patrulla dentro de los edificios, puede expulsar a las personas que no residen en ellos y están allí cometiendo algún delito o alterando la convivencia. La iniciativa se adaptó entonces al municipio gerundense respondiendo también a una promesa electoral de los convergentes para llegar al gobierno municipal.