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Marsillach está muy vivo

Cuándo: desde hoy al al 29 de abril.Dónde: Teatro Valle-Inclán. Sala Nieva. Madrid. Cuánto: 15 euros. Teléfono. 91 505 88 01.

Marsillach está muy vivo
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Cuentan quienes le conocieron bien que gastaba una ironía fina, un signo más de una inteligencia fuera de toda duda. El teatro español hoy no sería el que es sin Adolfo Marsillach. Este tipo de frases siempre encierran una verdad de Perogrullo, por aquello de la teoría del aleteo de la mariposa que causa un tsunami, aplicado a los pasados y presentes: el teatro español no sería el que es sin mucha otra gente menos importante. Pero en el caso de Adolfo Marsillach, el aleteo se dejó sentir con rotundidad, pues fue actor, director, dramaturgo y gran impulsor teatral.

Una historia onírica
Hace ya diez años que murió –la efeméride se cumplió el pasado enero, cómo pasa el tiempo– y la que fue su casa, el CDN, le homenajea ahora con un estreno absoluto, «Extraño anuncio», uno de los cuatro textos que dejó escritos pero sin estrenar al morir. Su viuda, la también directora teatral Mercedes Lezcano, llevó ya a escena en el CDN «Noche de Reyes sin Shakespeare», y ahora ha recuperado el segundo de estos «inéditos» de la escena –esperan aún en el cajón «Se vende ático» y «El saloncito chino»–, con un reparto encabezado por Manuel Galiana, al que acompañan Mónica Aragón, Ana María Barbany, José Carabias, Óscar Olmeda y Kiko Sánchez.

 «Para mí tiene un significado especial venir a este teatro porque Adolfo fue el primer director del CDN, y con una obra como ésta, que él no llegó a estrenar», reconocía Lezcano, que suele «tener mucho temple, aunque esta vez estoy más nerviosa». No es tampoco una obra fácil de explicar. Se trata del Marsillach más onírico, algo experimental: «Es un texto muy complejo y singular, en el que el suspense se entremezcla con el absurdo y el humor aparece a ráfagas, como en todas las obras de Adolfo, ante una situación inquietante». Una comedia heterodoxa, añade la directora, que «alterna la vigilia con el sueño y nos hace un par de preguntas inquietantes: ¿únicamente recordamos el pasado o somos también capaces de recordar el futuro? ¿Y estamos vios o muertos?». Claro que imaginen el desconcierto: alguien llama a su puerta y pregunta por el piso que venden o alquilan según el anuncio del periódico. Un anuncio que usted no ha puesto...

 

El gran dinamizador de la escena
Actor, director y dramaturgo, Marsillach (1928-2002) fue el primer director del Centro Dramático Nacional y nuestro Siglo de Oro le debe mucho, como impulsor de la Compañía Nacional de Teatro Clásico.