Lisboa
Empate de CR7 derrota del fútbol
Portugal domina a Bosnia, pero no encuentra el gol en el vergonzoso patatal de Zenica n El pase a la Eurocopa se decidirá en Lisboa; será otro deporte
Bosnia y Portugal se jugarán el martes en Lisboa el pase a la Eurocopa después de empatar a cero ayer en Zenica. En Da Luz, jugarán a un deporte muy distinto al que practicaron ayer.
La UEFA perdió un poco más de credibilidad y prestigio, si eso es posible.
El estado del césped del Bilino Polje daba pena. Las quejas de la federación lusa, que pidió un cambio de sede, tenían toda la razón de ser, pero no fueron atendidas, de manera incomprensible, después de comprobar que el barro era el rey de en el terreno de juego. Bosnia dispone de mejores y más grandes estadios, pero se siente mucho más cómodo en Zenica. Allí, la presión sobre el rival es enorme y las gradas están mucho más cerca del campo que, por ejemplo, en Sarajevo. Son armas que cualquier equipo puede hacer servir de manera completamente lícita. Cada uno juega con sus cartas. Pero lo que no es de recibo es jugar un partido de fútbol de alto nivel sobre un césped tan vergonzoso.
El estado del terreno de juego marcó mucho el desarrollo del partido. Combinar con un compañero a imprimir cierta velocidad a la circulación del balón eran misión imposible. El choque fue muy intenso, pero escaso de calidad futbolística. Cristiano Ronaldo, objeto de las iras del público bosnio, casi no podía ni intentar jugar. Como Pjanic o Medunjanin en el otro bando. Era imposible.
En el par de ocasiones en las que «CR7» tuvo un poco de espacio, el silencio se apoderó de las gradas, pero la defensa bosnia multiplicaba las ayudas. También lo intentó en un disparo de falta, pero la pelota se marchó muy por encima de la portería de Begovic para algarabía de media Zenica.
Daba la sensación de que a Bosnia le iba bien el empate a cero, que prefería jugarse el pase a la Eurocopa en Lisboa, donde un gol valdrá doble, mejor que en casa. Dzeko apenas tocó el balón y tampoco le llegaron centros para rematar. Para Portugal, era todo lo contrario, un gol significaba medio pasaporte para Ucrania y Polonia, así que Bento apretó las tuercas en el descanso y en la segunda mitad, Portugal transformó su dominio en ocasiones.
La primera, de Cristiano, que mandó fuera el balón con la izquierda. Luego fue Postiga, incapaz de poner entre los tres palos el balón tras un rechace. Tampoco acertó Nani, poco después. Pero la acción más clara fue para Ibisevic, que marró sólo ante Rui Patricio en la recta final por culpa de un mal bote del balón. Bosnia probó su propia medicina.
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