Sevilla

Lobo ratifica el intento de compra de su voto y niega que la dirija Rivas

Gordo manifiesta que los encuentros tenían como fin el intento de cohecho

La ex concejal tránsfuga del Consistorio de Camas María del Carmen Lobo
La ex concejal tránsfuga del Consistorio de Camas María del Carmen Lobolarazon

SEVILLA- La que fuera edil en Camas Carmen Lobo ratificó ayer que Eusebio Gaviño le entregó 12.000 euros «en billetes de 500» y le prometió pagarle «200 millones de pesetas» por cada voto favorable en el Pleno que se iba a celebrar el 13 de septiembre de 2005.
La testigo y denunciante de estos hechos ante la Policía aseguró que, a cambio de su voto, el acusado «me propuso solucionar mi vida, la de mi hija y la de 20 generaciones más», así como un piso en Zahara de los Atunes y dos en Camas.

Lobo indicó que en el verano de 2005 su «amigo» y ex militante de IU Francisco Gordo «me dijo que le había llamado Gaviño y que querían ponerse en contacto conmigo para hablar de recalificar unos terrenos y que mi voto era imprescindible». Lobo denunció ante la Policía «que me querían supuestamente sobornar» tras su encuentro con el empresario en El Manchón. Una vez finalizó esta conversación, «llamé a la Policía y le dije que había quedado», de manera que el 12 de septiembre de 2005 acudió a este primer encuentro portando un reproductor de MP3 –que dijo que no manipuló– «que la Policía sabía que iba a llevar».
«Según me contaron, esto sólo era la punta del iceberg y detrás había gente mucho más importante implicada», narró Lobo. «Me ofreció 200 millones de pesetas por cada punto del Pleno, y eran cinco puntos, cinco recalificaciones» y creyó que «estaba hablando completamente en serio». A continuación, «me dijo que quedáramos por la noche, porque me iba a dar un regalito». En esa reunión, Gaviño «me dijo» que los políticos implicados «también se llevaban y también iban servidos; que todos iban a sacar partido». Según la testigo, Gaviño ofreció el dinero «en representación» del resto de imputados. El fiscal le preguntó qué significa la frase «Agustín, te la voy a meter hasta los gavilanes», que consta en la grabación.

«Se trata de una expresión taurina» que empleó después de que Gaviño «me corroborara» que todos «iban a sacar partido»y que Pavón –de quien dijo que la «difamó y vilipendió»– «iba a consentir que mi voto se comprase y por ello se trataba de un presunto corrupto». También recibió, aparte de los 12.000 euros, «un papel manuscrito con los puntos del pleno en los que tenía que votar a favor». Sobre la inducción de Rivas como autor de una «trama-trampa» dijo que es «absolutamente falso».

Gordo declaró que le ofrecieron a Lobo «mil millones de pesetas» por su voto, que nunca hizo negocios antes con Gaviño y, por tanto, no tenían comisiones pendientes; y que los encuentros fueron para comprar el voto y no por interés en la sentencia (inexistente) que absolvía a Lobo y al propio Gordo del delito de estafa por el que fueron expulsados de IU.
Por su parte, el imputado Fraile acusó a Rivas de urdir la «trama -trampa» y aseguró que las cintas estaban manipuladas. El juicio seguirá mañana jueves.