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Eguiguren va por libre

La Razón
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El líder del PSE, Jesús Eguiguren, sigue empeñado en defender la existencia de un cambio radical en Batasuna encaminado a desligarse de ETA, aunque sólo él lo ve con esa claridad. El domingo, el brazo político de ETA tuvo la oportunidad de demostrar esa determinación para alejarse de los pistoleros anunciándolo en un acto que celebró con EA para crear el embrión de un pretendido futuro estado vasco. Y, sin embargo, la desaprovechó, algo que no extrañó a ningún observador político. Si realmente hubieran querido dar pábulo a esas presuntas intenciones habría sido suficiente con que en el texto del acuerdo existieran unas pocas palabras por las que se condena explícitamente la violencia de ETA. Al no ser así, resulta más plausible pensar que Batasuna está genéticamente incapacitada para apartarse de la banda y no está en condiciones de convencer a esta de que deje las armas. Son demasiados años de intentonas protagonizadas por bienintencionados que al equivocarse siempre en sus conjeturas han insuflado oxígeno a ese mundo, desgastado por la acción policial y judicial. Y pese a tantos antecedentes frustrados Eguiguren sigue empeñado en llevar la contraria a Rubalcaba, convencido de que la izquierda abertzale avanza rápidamente hacia su desvinculación de la violencia, por lo que los partidos políticos deben estar preparados para liderar el fin de ETA. Hay algo difícil de entender. ¿Por qué le permiten a Eguiguren ir por libre, pese a la confusión y división que genera su postura?