Chamberí

Roba un taxi a punta de cuchillo

Ningún conductor nocturno se salva de una anécdota. Quien más a quien menos, le han vomitado dentro, se han ido sin pagar, o directamente, le han atracado dentro de su taxi. Gajes de un oficio que consiste en subir en tu coche a desconocidos y que hace que llevar a la gente sana y salva a casa sea un poco una profesión de riesgo. Sin embargo, lo del pasado lunes, sorprendió a muchos del gremio.

Roba un taxi a punta de cuchillo
Roba un taxi a punta de cuchillolarazon

Alrededor de las cuatro y media de la madrugada, Pablo Alexis, un chileno de 23 años cogía un cuchillo de cocina de 14 centímetros y salía a la calle. En una zona indeterminada del distrito de Chamberí, el joven se acercaba a un taxi que estaba libre. Tras enseñar el arma y amenazar al conductor, le sacó del coche, se subió él al volante y continuó el viaje.

El conductor del taxi alertó a la Policía y el aviso se pasó a todas las patrullas. La buena suerte quiso que cuando unos agentes de la Policía Municipal de Carabanchel recibieron la noticia, se encontraban cerca de una parada de taxis en Marqués de Vadillo. Cuando se disponían a explicar lo ocurrido a sus compañeros, de repente, pasó el vehículo del que habían dado los datos. Un Seat Toledo con esa matrícula y un conductor en su interior.

Los agentes pidieron refuerzos y salieron tras él. A unos cincuenta metros, en la confluencia de las calles General Ricardos con el paseo 15 de mayo, el conductor se paró en un semáforo en rojo.

La patrulla de la Policía activó la sirena y las luces y le pidió que parara. Pablo Alexis Salinas hizo caso omiso e intentó huir. No obstante, los agentes cruzaron su patrulla delante del Seat Toledo para evitar su huida. El delincuente intentó, de nuevo, pisar el acelerador y finalmente hubo un choque. El taxi terminó abollado y parecía que todo había terminado.

Los municipales le demandaron que apagara el motor y saliese del coche, pero el joven se negó de nuevo a darse por vencido y volvió a acelerar, no sin antes, cerrar los pestillos del coche, según fuentes policiales. Para acabar con la historia, los agentes reventaron el cristal del copiloto y lo sacaron por esa ventanilla y le detuvieron. Llevaba un cuchillo de cocina de 14 cm y 78 euros. Le llevaron a comisaría.