Racionalidad por Iñaki Zaragüeta

El efecto péndulo es una de las cosas que más facilitan el desacierto. Por ello, debemos eludirlo. De tanto condenar el despilfarro, proclamar la austeridad o recomendar los recortes, podemos caer en la tentación de rechazar las inversiones y negar así el reencuentro con el desarrollo. Es el riesgo que corremos con el proyecto del Parque Temático de Ferrari para Cheste.
Por más que hayamos salido escaldados de alguna experiencia negativa, no huyamos de la racionalidad. Bienvenido sea, si este proyecto de ocio trae inversión, crea puestos de trabajo y facilita la llegada de turistas sin que la Administración ponga un euro del erario. Eso es lo que necesitamos, ésa es precisamente una de las claves para que salgamos de la crisis. No podemos ahora recurrir a la demagogia y satanizar cualquier gran obra que se nos proponga.
La situación actual no se debe a la Ciudad de las Artes, la Copa América, la Fórmula 1 o la Ciudad de la Luz. El montante total de todas estas realizaciones conforma una mínima parte de la cifra global de la deuda de la Comunitat. Ésa es la verdad. Así es la vida.