Bernal pide «comprensión» a los sindicatos para llegar al mejor pacto

MURCIa- El consejero de Economía y Hacienda, Juan Bernal, admitió ayer que el aumento de jornada de 36,5 a 37,5 horas que el Gobierno regional propuso a los sindicatos en el transcurso de la Mesa General de Función Pública «no le gusta», pero considera que se trata de una medida «inevitable», y pidió «comprensión» a los agentes sociales. En concreto, Bernal confirmó que se entregó a los sindicatos una propuesta que consiste en que la jornada laboral se eleve de 36,5 a 37,5 horas, lo que considera una medida que al Gobierno regional «no le gusta» pero que considera «necesaria a la vista de la difícil situación financiera y presupuestaria que estamos viviendo». En ese sentido, el nuevo consejero hizo un llamamiento a las organizaciones sindicales y al conjunto de los empleados públicos, porque la Administración «quisiera obtener comprensión por su parte, porque este tipo de medidas que no nos gustan, creemos que son prácticamente inevitables». No obstante, señaló que se va a abrir un proceso de negociación en el que la Comunidad va a recibir las propuestas de las organizaciones sindicales. «Estamos abiertos a ese dialogo y vamos a ver esta próxima semana cómo podemos avanzar para que esta medida finalmente se adopte lo antes posible en el contexto de una situación presupuestaria que es muy difícil», añadió. Bernal explicó que, en el transcurso de la reunión, la Comunidad y los sindicatos han «dialogado y negociado los temas pendientes». A su juicio, se trata de un tema que «tiene su urgencia derivada de la propia Ley de Presupuestos que determinaba un plazo de un mes para tratar todas las cuestiones relativas a jornada laboral, fundamentalmente». No obstante, Bernal añadió que también se han incluido otra serie de cosas «que tienen que ver con el control de absentismo, con licencias, con permisos y otra serie de cuestiones, todas ellas relativas a las condiciones de trabajo de los empleados públicos». La reunión mantenida anteayer provocó una serie de reacciones dentro del ámbito político regional. De esta manera, desde la oposición el Partido Socialista, el diputado regional, Joaquín López, manifestó que «Tanto en el Grupo Parlamentario Socialista como en el propio PSRM creemos que hay que realizar ajustes, pero tendríamos que escuchar del Gobierno regional medidas que sean tendentes al estímulo económico, que puedan reactivar nuestra economía. Sin embargo, nada oímos sobre esto, solamente escuchamos ajustes». Por su parte, el Partido Popular en voz de su portavoz, José Antonio Ruiz Vivo, afirmó que «es realmente curioso que quien le metió fuego a la economía quiera ahora jugar a ser bombero». «Ahora piden explicaciones que sólo tienen una respuesta, que el Gobierno del PP está trabajando y lo está haciendo bien, pensando en los cinco millones de parados», añadió. A su juicio, «en eso es lo que debemos estar pensando todos, en los cinco millones de parados que hay, porque es tiempo no de derechos, sino de obligaciones». Además, Ruiz Vivo señaló que «si lo que quiere el PSOE es que el consejero Juan Bernal comparezca en la Asamblea a explicar todas las medidas que propone el Gobierno, que no se preocupen porque lo hará». No obstante, añadió que «en el debate de Presupuestos ya tuvieron oportunidad de recibir unas explicaciones muy claras y muy contundentes de lo que va a ser el programa económico del PP. Si ellos quieren que el señor Bernal siga dándoles clases, no tenemos ningún inconveniente», manifestó el portavoz popular en respuesta a la postura socialista que consideró poco acertada después de ser los socialistas, según manifestó, los mayores responsables de la situación económica por la que atraviesa el país después de los años de «zapaterismo».

Intersindical retoma el «tijeretazo» La efectiva ampliación de la jornada laboral, en la Comunidad Autónoma, a 37,5 horas, va a suponer una disminución de la plantilla en más de dos mil personas, según los cálculos de La Intersindical. A su juicio, las propuestas del Gobierno regional son, básicamente, continuar con el recorte de 2011, acompañándolo del aumento de la jornada laboral. En dos años el personal empleado público regional ha perdido entre el 10 y el 15 por ciento de sus salarios directos, según sectores.