Motociclismo

Andalucía

A mamporros

La Razón
La RazónLa Razón

Tengo para mí que en UGT están en la primera fase de la cogorza nacional, que en tiempos del franquismo se establecía en cinco peldaños. La verborrea convincente o la solemne memez como punto de partida. La exaltación de la amistad. Los cantos regionales. El tuteo a la autoridad, y por último, el insulto al clero. Cuenta Cela que el jotero Marcelino Sangarrén, alias «El Bizco», se vio obligado a cantar una jota en homenaje al cardenal Benavides en Calahorra, y que lo hizo ante todas las autoridades de la época y en el quinto grado de la embriaguez. «El monte cría conejos/ y las laderas dan vides/ y que le den cuatro leches/ al cardenal Benavides». Pasó la noche en el cuartelillo. Encerraba más riesgo el cuarto grado, el tuteo a la autoridad. Un conocido marqués, cimero borrachín, en estado de supina alcoholemia, preguntó a un policía municipal –aún portaban un casco blanco en la cabeza–, por la ubicación de una calle. –Oye, Bwana, ¿la calle del Pez?–. Fue llevado a una dependencia municipal y pagó una multa considerable. Pero los más pelmazos eran los inmersos en la primera fase. La verborrea convincente o la solemne memez. Muy habituales en las barras de los bares y siempre dispuestos, como los buitres, a despedazar a los incautos. Decían grandes bobadas con solemnidad y pompa, y las repetían hasta la saciedad. Para mí, que el máximo dirigente de la UGT en Andalucía, compañero Manuel Pastrana, transcurre por esa primera fase para no desmerecer de su jefe nacional, el compañero Cándido Méndez, el de Chiquilicuatre.

El compañero Pastrana ha pedido que los abuelos hagan huelga el 29 de septiembre y no se ocupen de sus nietos. Me extraña que se le haya olvidado solicitar también la holganza de los padres para no cuidar a sus hijos y la de todas las tías abuelas para abandonar a sus sobrinos nietos. Lo que no nos ha explicado el original compañero Pastrana es el método de seguimiento y coacción que van a padecer los abuelos para impedir que cumplan con su maravilloso y voluntario deber. ¿Piquetes informativos armados de trancas tocando los timbres de edificio en edificio para sorprender a la abuela esquirola cambiándole el dodotis a su nieto? ¿Persecución por el parque del fascista abuelo esquirol que pasea de la mano de su nieta y le muestra los cisnes del estanque? ¿Ha calculado el compañero Pastrana la cantidad de liberados piqueteros que se precisan para conculcar los derechos de los abuelos de toda España? ¿Amanecerán el día 30 de septiembre todos los abuelos con señales de democráticos mamporros? Estimo que el compañero Pastrana ha expuesto su petición en estado de verborrea convincente. Y hay que animarlo a que se tome otra copita, porque de ahí se pasa a la exaltación de la amistad, y con un vaso más, a los cantos regionales, que es la fase menos peligrosa. Resulta muy complicado perseguir a un abuelo contrario a la huelga con nieto de la mano mientras se entona el «Romance de Valentía» o «Valencia es la tierra de las flores». Ante peticiones como la del compañero Pastrana sólo hay una recomendación posible:
–Pastrana: sobriedad.