Cataluña
La consulta abre una crisis política en el PSC de Barcelona
La consulta y los JJOO ponen en entredicho que el PSC haya enterrado la política de grandes eventos.
Barcelona-A un año de las elecciones municipales, el alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, asumió un elevado riesgo al tirar adelante una consulta para preguntar sobre la reforma de la Diagonal. Porque al margen de que el referendo estaba mal planteado, no tocaba o que el sistema de voto electrónico era innovador y, por lo tanto, vulnerable a los fallos, hubo quien planteó la votación como un plebiscito. El propio Hereu asumía ayer que la tercera opción se convirtió en la C de «cajón de sastre». «Hay quien ha votado la C porque no quiere la reforma», admitió, «otros que sí la quieren, pero no ahora» y quien ha entendido el referéndum como una previa a las elecciones municipales del año que viene, para quienes lo de escoger entre rambla o bulevar era lo de menos, pues su rechazo a la reforma era un suspenso a la política de Hereu y su equipo.Que ocho de cada diez barceloneses hayan votado la opción C pone en una delicada situación al PSC. Hereu trató ayer de frenar su caída y la de su equipo enviando al cadalso a su mano derecha, Carles Martí. Su sacrificio supone un duro golpe para los socialistas catalanes porque Martí, además de primer teniente de alcalde, es primer secretario del PSC en Barcelona. Y junto a Hereu era la cara del relevo político de Joan Clos, de aquel proyecto que decía haber enterrado la Barcelona que avanza a golpe de acontecimientos y su «leit motiv» es trabajar por la «cohesión social».Al final está resultando que Hereu, «el alcalde de las personas» también quería su proyecto estrella como el que tuvo Joan Clos con el Fórum o Pasqual Maragall con los Juegos Olímpicos. La consulta de la Diagonal no le ha funcionado, es más, ni el bofetón que recibió Clos con el Fórum fue tan doloroso como el batacazo que Hereu se ha dado en este proyecto Ahora, queda por ver si tras este fracaso tiene ganas de tirar adelante su otro invento, organizar unos Juegos Olímpicos de Invierno para 2022. El PSC tiene ante sí el difícil papel de escoger al sucesor de Martí –se barajan los nombres de Jordi William Carnes o Assumpta Escarp– y remontar unas encuestas que no le son favorables. Quizás, como dice Alberto Fernández, ha llegado el momento de romper con la maldición de treinta años de socialismo en Barcelona.
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