El fantasma de Gadafi

Imposible confirmar en qué lugar y, sobre todo, cuándo fueron tomadas dichas imágenes, que la emisora estatal aseguró en la madrugada de ayer que corresponden a una reunión que el coronel mantuvo con líderes tribales en Trípoli el pasado miércoles. Pero, según las autoridades rebeldes de Bengasi, los que aparecen junto a él son hombres de su confianza, que no representan a las tribus libias, las cuales precisamente esta semana se reunieron en Catar con la oposición.

Ésta es una de las grandes incógnitas del conflicto libio: ¿de qué parte están las tribus? Pero el principal interrogante en estos momentos es: ¿dónde está Gadafi? El vicepresidente del Gobierno rebelde, Abdelhafid Guga, aseguró ayer en Bengasi que el coronel está vivo y que no se encuentra en ninguno de los edificios que están siendo bombardeados por la OTAN, que ha intensificado sus operaciones en Trípoli en los últimos días y que ayer de madrugada volvió a golpear la residencia de Gadafi, según el régimen libio.

Éste acusa a la OTAN de querer matar al dictador, algo que la Alianza ha negado reiteradamente, aunque también ha admitido que desconoce dónde está Gadafi, y si está vivo. Los rebeldes, por su parte, se muestran muy satisfechos con el aumento de la presión sobre la capital y un posible ataque selectivo contra Gadafi, aunque Guga parecía ayer querer poner en guardia a los aliados, advirtiendo sobre las estratagemas del coronel, que sobrevivió a un ataque estadounidense contra su casa en 1986, en el que supuestamente murió una de sus hijas, la cual «resucitó» más tarde en el extranjero, explicó Guga, para quien Gadafi emplea el mismo truco ahora «para dar pena» a la comunidad internacional, usando la muerte de su hijo menor, Seif al Arab, fallecido supuestamente en un bombardeo de la OTAN a principios de este mes.