Murcia

La huelga general provoca pérdidas en la Región por valor de casi ocho millones

Antonio Jiménez y Daniel Bueno, en una imagen de archivo
Antonio Jiménez y Daniel Bueno, en una imagen de archivolarazon

MURCIA- La patronal de empresarios de la Región de Murcia destacó como valoración general de la jornada de huelga general del miércoles la «práctica normalidad y escasa participación». Croem cifró el segumiento de la huelga en el 15 por ciento. Esta cifra se puede entender como un número bajo o de escasa relevancia, pero si atendemos a criterios meramente económicos encontramos que la situación no es tal.
De esta manera, fuentes empresariales aseguraron ayer a LA RAZÓN que el total de la masa trabajadora dentro de la Comunidad asciende a 330.300 trabajadores. Tomando como supuesto que el cien por cien de los empleados murcianos hubieran hecho huelga, esto hubiera supuesto una pérdida total de dos millones de horas de trabajo, lo que se traduce en clave económica en la pérdida de 50 millones de euros de producción. Por tanto, tomando como referencia la cifra de seguimiento facilitada por la patronal (15 por ciento), se encuentra que en la Región se dejaron de trabajar 300.000 horas efectivas, lo que supuso que no se ingresaron 7,5 millones de euros debido al paro laboral auspiciado por los sindicatos. Ese es el peaje económico que la Región tuvo que asumir a causa de la huelga general.
Por su parte, desde la óptica del Partido Popular, su vicesecretario de Sectorial, José Gabriel Ruiz, declaró ayer que comparte el criterio de la mayoría de la ciudadanía que apostó por no secundar la huelga. Entiendo «la actitud de indiferencia de la mayor parte de la población».
En la misma línea, el vicesecretario popular dijo entender que «la mayoría hiciera uso de su derecho al trabajo, ya que estos lo que quieren es trabajar», y, además, añadió que lo que lamenta el Partido Popular «es que hayan más de cuatro millones de ciudadanos que no pudieron ejercer ese derecho, no porque no quisieran, sino por su situación de desempleo». En cuando a la manera de proceder para solventar la actual situación de crisis económica por la que atraviesa el país, apuntó que «la sociedad entiende que la solución a la crisis no viene a través de la huelga, sino convocando elecciones generales».
Asimismo, apuntó que el presidente Zapatero se ve «incapaz de tomar medida alguna, ya que se encuentra desbordado por una situación que no reconoció hasta casi un año después, cuando se vio forzado a hacer algo, lo que le llevó a realizar el mayor recorte social de la historia de nuestra democracia, sin distinguir».


Los sindicatos hablan de objetivos cumplidos y éxito
 La sensación que dejó el desarrollo de la huelga dentro del foro interno de las fuerzas sindicales fue el de «la satisfacción del deber cumplido». En declaraciones a LA RAZÓN, los secretarios generales en la Región de UGT y CCOO, Antonio Jiménez y Daniel Bueno, apuntaron que los objetivos se superaron con la consecución de una movilización muy importante «que sacó a la calle a 350.000 trabajadores». Tanto Jiménez como Bueno destacaron que la hoja de ruta a seguir a partir de este momento es continuar por la senda del «diálogo» con el Gobierno de la Nación para que modifique medidas adoptadas como la reforma laboral que fue la principal causante de la huelga. A la postura de diálogo, Jiménez señaló también que se debe apostar «por una negociación que resulte efectiva para lograr un acuerdo común». Sobre la posibilidad de que los reclamos a ZP caigan en saco roto, Bueno aseguró que, de ser así, «el Gobierno se quedaría sin ningún respaldo social y sería un suicidio». Al mismo respecto, Jiménez apuntó que «la sensibilización de los ciudadanos hará meditar al Gobierno y corregirá su actitud».