Finanzas
La necesaria unión bancaria por Miguel A Bernal
El sistema bancario funciona como una franquicia. El proveedor o franquiciador es el banco central que provee de dinero a través de sus franquiciados o red crediticia a las personas: bancos, cajas y cooperativas de crédito. El BCE, como figura central, está interesado en la distribución del dinero, respondiendo por tanto a una política monetaria específica, la cual se articula a través de normas o de una reglamentación bancaria, además de controlar los puntos de ventas, es decir, supervisión bancaria. Símil: cadena de hamburguesas (banco central) que genera los mismos menús al mismo precio (tipo de interés), misma cantidad y composición (masa monetaria o barra de liquidez), así como de la regulación o normativa que es igual para cualquier local de venta (letreros, apariencia, aspecto, uniformes) y, además, controla que se cumplan sus reglas (supervisión). El cumplimiento de la reglamentación, la supervisión, es tan importante que se puede retirar, incluso, el uso del nombre a la empresa franquiciada (intervención y liquidación). Hasta el momento, el BCE, banco central del euro, actuaba sólo en la generación de la materia prima: precio (interés) y cantidad (barras de liquidez); pero no tenía el control en el resto de atribuciones de la franquicia señaladas anteriormente: reglamentación, supervisión y, en última instancia, intervención. Este aspecto ha generado el debate abierto por la ayuda o intervención a la solvencia de los bancos españoles. Ya llegará el momento de hablar de la solvencia de la banca francesa, alemana e incluso luxemburguesa. Pues bien, a raíz de lo que para mí es una ineficiencia, dado que sin reglamentación e inspección el BCE pierde su contenido como banco central, se aborda con inusitado interés esta nueva definición. ¿Por qué digo esto? Si usted entra a una cadena de hamburguesas, espera no sólo el mismo producto, sino el mismo «atrezzo» y controles. En este momento, la imperfecta Unión Monetaria debate la necesidad de controlar no sólo la política monetaria, sino también el resto de atribuciones que debería tener desde un primer momento. Comprenderán, si he sido suficientemente claro, que es necesario avanzar en la unión bancaria. Debe dar lo mismo ir a un banco español, austriaco o finlandés; la diferencia estribará en: situación, competencias, promociones, actos promocionales, pero la marca de la hamburguesería sigue siendo la misma, es decir, la esencia del producto. Por cierto, debería hablarse ya de una unidad del Fondo de Garantía de Depósitos, dado que esta figura es el control de calidad.
Miguel A. Bernal
Profesor del IEB
✕
Accede a tu cuenta para comentar